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2317 14 Marzo 2017

 

 

ANÁLISIS A FONDO
Educación para la libertad
Francisco Gómez Maza

 

Ciudad de México.- El nuevo modelo educativo de Enrique Peña Nieto y Aurelio Nuño pretende continuar con la historia de explotación de la fuerza de trabajo de las grandes mayorías. Este es el mandato del decadente y moribundo neoliberalismo de estado, que está siendo ya sustituido por el fascismo de mercado, implantado en la Casa Blanca por el actual presidente Donald Trump.

¿Cuáles son los retos del Siglo XXI que tienen que enfrentar los niños mexicanos? Los niños enfrentan una educación que los conduce a obedecer pero no a pensar y es que lo que busca el estado, o mejor dicho el gobierno. Se pretende crear y fortalecer una clase trabajadora conformista, que viva con magros salarios (de cuando mucho 6 mil pesos mensuales) y el nuevo modelo educativo crea esclavos.

Ni Peña Nieto, ni Nuño están conscientes de la perversidad del modelo, y ninguno de los expertos en educación lo dicen. Peña Nieto presentó en Palacio Nacional el nuevo modelo educativo que entrará en vigor en el ciclo escolar 2018-2019. Esta reforma no cambia nada. Es la misma gata pero revolcada.

De acuerdo con la Presidencia de la República, el propósito de este nuevo modelo es garantizar el acceso equitativo para que todos los niños y jóvenes mexicanos reciban una educación integral de calidad, que los prepare para enfrentar los retos del Siglo 21. "La implementación del Modelo Educativo será un proceso a desarrollar de manera gradual, participativa y con la flexibilidad necesaria para adaptarse a la gran diversidad del país", se menciona en un documento emitido por la casa presidencial.

Qué lejos esta de una verdadera educación: Una que no enseñe a obedecer sino que enseñe a pensar. Pero al sistema político económico lo único que le interesa es que los trabajadores, actualmente niños, sepan que tienen que obedecer al patrón, al gobierno, al policía, a todos, menos a su propia conciencia.

El nuevo modelo educativo que entrará en vigor en el 2018 explica cómo la reorganización del sistema educativo estará apoyada en cinco grandes ejes. Entre estos ejes gubernamentales destaca "el planteamiento curricular", el cual plasma un perfil de egreso que indica la progresión de lo aprendido desde el preescolar hasta el bachillerato (primer ejercicio de articulación formal para la educación obligatoria).

Además se introducen las directrices del nuevo currículo de la educación básica, que se concentra en el desarrollo de aprendizajes clave (aquellos que contribuyen al desarrollo integral de los estudiantes, según la información de Los Pinos). En el nuevo modelo se incorpora el desarrollo socioemocional de los estudiantes y se otorga a las escuelas un margen de autonomía curricular con lo que podrán adaptar los contenidos educativos a las necesidades y contextos específicos de sus estudiantes y su medio.

El nuevo modelo contempla a la escuela en el centro del sistema educativo. "La escuela es la unidad básica de organización del sistema educativo y debe enfocarse en alcanzar el máximo logro de aprendizaje de los estudiantes". Por ello habrá un sistema educativo más horizontal con escuelas con mayor autonomía de gestión; "con más capacidades, facultades y recursos", agrega la información de la Presidencia de la República.

Agrega que habrá plantillas de maestros y directivos fortalecidas con menor carga administrativa, infraestructura digna, acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, conectividad, un presupuesto propio, asistencia técnico–pedagógica de calidad, y mayor participación de los padres y madres de familia.

Para mí, la escuela no puede ser el centro del sistema educativo integral. La escuela es importantísima, pero es una formalización de los conocimientos de todo tipo que el niño absorbe en la casa familiar y en el barrio donde vive. Los maestros vendrían siendo algo así como los guías, los asesores, los coordinadores.

Hay que recordar que la inteligencia, la imaginación, la memoria infantiles no son una alcancía, no son un cochinito en el que los maestros ahorran conocimientos, se los meten como meter una moneda en la alcancía. Eso no es educación.

Y si no se educa para la libertad, para que el individuo despliegue todas sus potencialidades humanas, racionales, e inclusive modele las irracionales, ningún nuevo modelo de desarrollo sirve para educar verdaderamente. Además, y hay que decirlo, ni al gobierno, ni a los poderosos económicamente les interesa que el pueblo se eduque para la libertad. Líbrenos dios. Y luego ¿quién trabaja por 3000 pesos mensuales?

Respecto a la formación y desarrollo profesional docente se advierte que el maestro será un profesional concentrado en el aprendizaje de sus estudiantes, que genere ambientes de aprendizaje incluyentes, comprometido con la mejora constante de su práctica y capaz de adaptar el currículo a su contexto específico. "Se plantea el Servicio Profesional Docente basado en el mérito, anclado en una formación inicial fortalecida con procesos de evaluación constantes".

En materia de inclusión y equidad se establece que el sistema educativo debe eliminar las barreras para el acceso, la participación, la permanencia, el egreso y el aprendizaje de todos los estudiantes.

Respecto a la gobernanza del sistema educativo, define los mecanismos institucionales para una gobernanza efectiva, basada en la participación de distintos actores y sectores de la sociedad en el proceso educativo y la coordinación entre ellos: El gobierno federal, las autoridades educativas locales, el INEE, el sindicato, las escuelas, los docentes, los padres de familia, la sociedad civil y el Poder Legislativo.

Además, el nuevo modelo se olvida de que el diálogo, la liberación o la conciencia crítica son algunos de los conceptos fundamentales que deben ser recogidos en cualquier modelo educativo que busque realmente educar a los niños en la libertad. Que realmente les enseñe más que a obedecer (que es el objetivo del nuevo modelo mexicano) a pensar por si mismo, a tomar sus propias decisiones.

En Los Pinos y en la SEP no se conoce, ni se habla de la pedagogía del oprimido. No se habla de una educación que les cambié el destino jodido al que tienen que enfrentarse los millones de trabajadores, unos muertos de hambre, otros en la pobreza, otros en la miseria. En estas realidades no piensan los creadores del famoso nuevo modelo educativo, que ayer presumieron Peña Nieto y Nuño.

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