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IMPROCEDENTE DENUNCIA DE BANORTE CONTRA FUNCIONARIOS AMBIENTALES
David Carrizales
Monterrey, NL. El juez tercero de distrito en materia administrativa, Ricardo Hiram Barbosa Alanís, desechó una denuncia contra cuatro funcionarios de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), de quienes se pedía su destitución y procesamiento penal, mediante la presentación de un incidente de repetición de acto reclamado, por parte de Grupo Financiero Banorte.
El procedimiento que el juez consideró infundado, en contra del comisionado nacional, Ernesto Enkerlin, la entonces directora de Asuntos Jurídicos, Alejandra Rabasa Salinas; el director del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, Fernando Seriñá Garza; y del titular del jurídico en Saltillo, Ernesto Nájera Hernández, fue por opinar y promover recursos contra la construcción del fraccionamiento “Valle de Reyes”, incluyendo un campo de golf, en el Cañón de la Huasteca, municipio de Santa Catarina.
Lourdes Bello Sánchez, enlace jurídico del Parque Nacional Cumbres de Monterrey (PNCM) y Fernando Seriñá Garza, director del mismo, señalaron que esta resolución representa un precedente a favor de todas las áreas naturales protegidas del país, y en particular de esta reserva federal de 177 mil hectáreas –la más grande de la República-, pues les permite seguir actuando legalmente “sin miedo de ir a la cárcel”, a favor de los ecosistemas, estén o no dentro del área natural protegida, ya que están interrelacionados.
Seriñá Garza, explicó que la zona de Valles de Reyes, mediante un amparo del 20 de julio de 2001, promovido por la inmobiliaria Dos Carlos, quedó fuera del decreto del PNCM, no obstante que “es el santo grial de la conservación en el estado”, con sus 2,394 hectáreas, ya que constituyen una “isla” rodeada por las 177 mil hectáreas del Parque Nacional Cumbres, y está en continuación con la Sierra Madre Oriental hacia el sur, que se extiende hacia Coahuila, Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla.
Aseveró que el 50 por ciento del agua que abastece a la zona metropolitana se genera en el PNCM, y la zona de la Huasteca y Valle de Reyes es parte importante de esa “fábrica de agua”. Por ello, expresó el funcionario, “si se establece ahí el fraccionamiento Valle de Reyes, lo que vamos a permitir como sociedad, es que cinco mil familias defequen sobre el agua que consumen cuatro millones de personas en el área conurbada”.
Seriña consideró que el acto del demandante, el abogado Federico Manuel Fernández García, a nombre de Banorte como administradora del predio a urbanizar -mediante un fideicomiso donde también participan Inmobiliaria dos Carlos y Maple Urbanizadora- “es un acto desesperado y sobredimensionado, al querer que terminen en la cárcel funcionarios que defienden el medio ambiente”.
Lourdes Bello recordó que el 28 de octubre de 2006 –a tres días de terminar su gestión-, el ayuntamiento de Santa Catarina, aprobó el Plan de Desarrollo y Aprovechamiento Sustentable de la Huasteca 2006-2030, mediante el cual se permitía urbanizar ilegalmente en el cañón de Ballesteros, donde se pretende desarrollar el fraccionamiento Valles de Reyes.
Las autoridades de la Conanp y el PNCM, iniciaron entonces una serie de acciones legales para impedir el proyecto Valle de Reyes, porque cualquier impacto ambiental en la zona, afectaría los ecosistemas vecinos que están bajo protección federal, siendo acusados el 23 de julio de 2008, de “repetición de acto”, al considerar que pretendían aplicar a los impulsores del proyecto inmobiliario, el decreto del PNCM del cual quedaron al margen, gracias a una resolución de amparo, obtenida el 20 de julio de 2001.
Pero el 11 de febrero de 2009, el juez tercero de distrito determinó infundada la denuncia presentada por el abogado Fernández García, al no comprobar que los actos reclamados hace un año y medio, fueron los mismos por los que ganó un amparo hace nueve años.
Los funcionarios del PNCM, expusieron que en Valle de Reyes sólo se podrían desarrollar actividades que no afecten en forma grave los ecosistemas, como podrían ser un proyecto eco turístico. “Si tuvieran más imaginación podrían aprovechar la naturaleza para un centro de visitantes de educación ambiental y conservación; para un museo de la biodiversidad, un pequeño ferrocarril para recorrer los ecosistemas, tender puentes colgantes, rapel, pero nada urbanización”, agregó Seriñá.
Puntualizó asimismo que un campo de golf es totalmente dañino al medio ambiente, “arrasa con la vegetación natural existente, termina con cientos de especies que están interrelacionadas para poner una sola (pasto) que además necesita mucha agua”.
El impacto ambiental en Valle de Reyes sería mucho más grave que en La Pastora con el nuevo estadio que se pretende construir, porque en La Huasteca estamos hablando de 2,400 hectáreas, mientras en el caso del inmueble deportivo serían 25 que están inmersas en la mancha urbana; pero yo preguntaría si es inteligente terminar con una de las pocas áreas verdes que le quedan a la urbe metropolitana.
Corresponsal de La Jornada
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