Suscribete
992 13 Febrero 2012

ANÁLISIS A FONDO
La muina de Calderón
Francisco Gómez Maza

Un grito en la soledad
Satisfacción no pedida…

Ciudad de México.- El señor Felipe Calderón anda desatado. Ha dedicado el tiempo a dar “satisfacciones” no pedidas. Y ya conocen el adagio: “Satisfacción no pedida, acusación manifiesta”. Como lo advierte el tocayo Paco Rodríguez en su “Índice” de ayer: “Ni se le acerquen. Anda como agua pa’chocolate”.

Don Felipe está preocupado, irrigablemente preocupado, porque se le acaba el tiempo y las bandas del narcotráfico y el crimen organizado andan más rampantes que hace seis años. A pesar de 60 mil bajas.

Y menor ahora cuando todos sus colaboradores andan viendo por ellos mismos, porque ya se les está acabando el sexenio. La cargada panista está ahora detrás de las faldas de Josefina Vázquez Mota, que luchará a brazo partido para cerrarle el paso al candidato priísta Enrique Peña Nieto. Y lo hará con todo lo que tiene a la mano. Con todo...

Todo indica que Calderón se quedó sólo. Ni Genaro (García Luna), su súper policía y productor de telenovelas, sale a dar la cara por él, por lo que tiene que asumir su defensa solo, apoyado en lo que queda de la caja chica.

Muchos importantes panistas, de pesos, de muchos pesos, han abandonado las filas panistas, decepcionados de Calderón, y han pasado a engrosar el equipo del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que ahí va bregando contra toda esperanza, porque las campañas de desprestigio orquestadas por los panistas de la extrema derecha pesan en el medroso ánimo de muchos mexicanos.

Calderón ha centrado su defensa en su fallida guerra en contra del narcotráfico y el crimen organizado y en el crimen común. Se queja de que mucha gente le reproche que combata a los criminales. Pero en realidad no le reprochan más que algo más grave aún: el saldo criminal de muertes ─¿60 mil?─ y las violaciones a las garantías individuales y los derechos humanos, y el que se viva en la inseguridad cotidiana. Esto no lo podría ocultar. Es una verdad evidente que no necesita demostración.

Está muy dolido.

El señor Calderón tiene pánico ante el juicio de los historiadores de fuera y de dentro, porque también en el PAN ha causado malestar su política de “gobierno”. Por algo se han ido y seguirán yéndose prominentes panistas.

“Y ahora sí que qué querían que hiciera: ¿qué los invitara (a los criminales) a pasar; que les invitara un cafecito o qué? El que no quiera combatir a los criminales que no sea gobernante, la verdad…”

Pero él mismo se da en la yugular cuando dice que “la lucha por un país más seguro se ganará cuando se tengan policías bien entrenados, leales y bien pagados… cuando (se tengan) nuevas instituciones confiables, de Ministerio Público y de justicia…” Y esto no lo logró ya el señor Calderón, cuando por ahí debió de haber comenzado su guerra.

Policías bien entrenados, leales y bien pagados no se logran con pruebas de polígrafo.

Qué fácil.

“El gobernante que considere que no se debe combatir a los criminales, que no sea gobernante”. No se trata de no combatir a los criminales, sino de hacerlo con inteligencia. No tirando a matar a todo lo que se mueva.

Y mientras Calderón asume su defensa, cientos de miles de mexicanos lloran a sus muertos por balas que presuntamente iban dirigidas contra narcotraficantes y criminales. Y nadie investiga. El señor Calderón está febrilmente convencido de que la muerte de miles de inocentes sólo son “daños colaterales”.

Deslinda Calderón al crimen organizado:

“Ése es el crimen que sufre la gente: el robo. Y no es La Familia ni la Mano con ojos ni el tuerto; es el ratero común y corriente que está abusando y se está agandallando de la gente, y por eso necesitamos policías confiables en las esquinas y en los municipios”.

Calderón habla de lo que no hizo, de lo que no quiso hacer durante su periodo en la presidencia, como eso de que “más importante que la limpieza de las policías es la reconstrucción del tejido social, pues si no se le da la oportunidad a esta generación de jóvenes mexicanos de estudiar, trabajar y tener acceso a los servicios de salud, de nada servirá el resto de la estrategia contra el crimen organizado…” (Bueno, ¿ha servido o no?)

Y al mismo tiempo, la contradicción:

El gobierno federal distribuirá, de enero a octubre de este año, siete mil 373 millones 650 mil 500 pesos a las entidades en el rubro de seguridad, según lo establecido en el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y el Distrito Federal 2012.

A pesar de que los estados del norte enfrentan un mayor clima de inseguridad y violencia, Chihuahua, Tamaulipas y Coahuila recibirán menos recursos que Puebla y Chiapas, de acuerdo con el Diario Oficial.

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

La Quincena NÂș92

Colegio Civil

SADE

15diario.com