EN LAS NUBES
Un bien por México
Carlos Ravelo Galindo

Ciudad de México.- El ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, con su proyecto a favor de la francesa Florence Cassez, está haciendo un enorme bien a México y, por ende, a todos y cada uno de los mexicanos que podemos estar expuestos a lo que sucedió a la presunta culpable de secuestro.

El integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no prejuzga si ella lo hizo o no lo hizo. Si es mexicana o no. Simplemente arremete contra la autoridad que flagrantemente violó el primer artículo de las garantías individuales de la Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos, como es su costumbre, al impedir que la mujer tuviera un juicio justo y, por ello, se le sentenciara a sesenta años de prisión en una cárcel mexicana. Por desgracia es una vieja costumbre del Ministerio Público y las policías violar flagrantemente las leyes, sin que nadie les diga algo.

No es la primera vez que este alto funcionario judicial asume tan digna postura, que deberían apoyar los otros diez guardianes de nuestra Carta Magna, por lo que reciben un estipendio extraordinario y justo en la encomienda por proteger al pueblo que los puso. Recordamos que Zaldívar Lelo de Larrea defendió a las víctimas de la guardería ABC, de Hermosillo, Sonora. Expuso, como ahora, las razones por las que funcionarios del Seguro Social, del Estado y otros burócratas menores, eran culpables de la muerte de 49 criaturas. Y las lesiones de otras setenta. Lo dejó, como hoy, por escrito para que constara en la historia, porque al final sus “colegas” togados le dieron la espalda y desecharan su ponencia. Don Arturo es, hoy, el presidente de la primera de las dos Salas que tiene la Corte. Cuatro ministros la complementan: Olga Sánchez Cordero, Guillermo Iberio Ortiz Mayagoitia, José Ramón Cossío Díaz y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Dos de ellos, cuando menos, deben avalar la determinación del ponente para aprobar la resolución. Sería justo que todos, sin resabios como antaño, lo apoyaran. Quedaría como un justo reclamo a la autoridad que se burla de los ciudadanos y viola constantemente la Constitución. Cuántos y cuántos ciudadanos por sus derechos conculcados, transgredidos, violados, vulnerados, permanecen en prisión sin haber recibido juicio honesto, limpio, decente y no amañado.

 

El proyecto de Zaldívar, consolidado ya como el mejor y más valiente ministro de la Corte, nos invita a nunca olvidar la diferencia entre justicia y venganza. El caso de la señora Cassez es un botón de muestra de la forma ilegal, arbitraria y estúpida con que se ha intentado combatir la delincuencia llenado las cárceles del país por la falta de formalidades de la autoridad en turno, y que impide  llegar a la verdad. El estudio de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea implica una necesidad requerida por todos los mexicanos o extranjeros en nuestro país: ser procesados bajo el amparo de la Carta Fundamental del país y no con el uso y costumbre del Ministerio Público y las policías, federal o estatales, que exigen al detenido demostrar su inocencia, porque ellas, por su estulticia no llegan nunca a demostrar palmariamente la culpabilidad.

Las leyes establecen que la autoridad debe, con pruebas no prefabricadas, como con Florence Cassez, demostrar la culpabilidad, porque el detenido seguirá siendo, hasta el final del juicio, como es el caso, inocente. México espera de los cinco ministros mencionados un fallo unánime que condene el atropello de la autoridad y que sirva de ejemplo de lo que no debe hacer en un futuro inmediato la policía y el ministerio público en extorsión del pueblo en general y en lo particular. En consecuencia, el fallo positivo de la Suprema Corte al apoyar a Zaldívar será por el bien por México.
 
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