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1046 27 Abril 2012

 

ANÁLISIS A FONDO
Calderón reprobado
Francisco Gómez Maza

Pero lo gastado nadie se lo quita
Y no hay sanción más que política

Ciudad de México.- Cuentas públicas, ejercidas por la administración del presidente Felipe Calderón en 2007, 2008 y 2009: no existen elementos suficientes para aprobarlas. La sentencia es de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la LXI Legislatura. Y así lo confirmó en la sesión de ayer la mayoría legislativa, que terminará su periodo el lunes, cuando clausure sus reuniones. La administración del presidente Felipe Calderón, como ninguna otra en la historia del país, salió reprobada.

Poco después de las 17:30 horas de ayer, el pleno de los diputados sentenció: 216 votos a favor del dictamen que descalifica el manejo de los dineros hecho por la administración federal panista. 83 votos panistas en contra. Ninguna abstención. Y los panistas todavía se mostraron ofendidos.

Las características del ejercicio del gasto durante la administración albiceleste: opacidad en el gasto, desvío de recursos, no solventación de información entregada, irregularidades de carácter administrativo en el ejercicio de funcione entre otras muchas.

Por ejemplo. El Fideicomiso del Bicentenario: en 2009, la mayor irregularidad es que se empezó a utilizar al Turissste (la agencia turística del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado) como un mecanismo para evadir la ley de adquisiciones, para entregar contratos sin licitación, que derivaron en 2010 en uno de los grandes engaños que se ha hecho a la población mexicana: La Estela de Luz, ese monumento con más pena que gloria que se yergue, como icono de la corrupción, enfrente de la puerta principal del Bosque de Chapultepec, donde están los leones.

A mayor abundamiento: para la Estela se entregaron contratos sin licitación, se entregaron cantidades muy superiores a los montos contratados; éstas se escalaron y se duplicaron; no se entregaron comprobaciones de los gastos y, prácticamente, desde la primera piedra que se puso para el monumento se traían ya irregularidades, como lo informó el diputado Alfonso Navarrete Prida, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública.

En el 2009, y esto es uno de los asuntos más graves, el gobierno de Calderón no utilizó los instrumentos de política económica para contrarrestar la recesión mundial, que le costó al país la pérdida de un millón de empleos, la caída en  6 por ciento del  Producto Interno Bruto y la pérdida del poder adquisitivo de todos los mexicanos en casi un 15 por ciento.

Las exportaciones de mercancías disminuyeron en 21.2% respecto al nivel de 2008. Las importaciones también se redujeron en un 24%.
El número de trabajadores asegurados se redujo en 181 mil 271 respecto al año anterior, incluyendo los 800 mil empleos que el mandatario prometió generar  por cada año de su sexenio. El ejecutivo federal quedó a deber 981 mil 271 empleos para ese año.

Destaca el gasto en servicios personales de las dependencias del ejecutivo, particularmente en las instituciones de seguridad pública y nacional, las cuales crecieron en conjunto 12.3%. Sin embargo, a pesar  el incremento en este rubro de seguridad, 2009 fue el año más violento de la primera década de este siglo y las autoridades responsables no dieron cifras oficiales de las llamadas “ejecuciones”.

El ejecutivo federal obtuvo, durante 2009, ingresos excedentes por casi 26 mil millones de pesos, lo cual arrojó un acumulado de ingresos excedentes, durante siete ejercicios fiscales, de 1 billón 356 millones de pesos. Estos cuantiosos ingresos no han servido, por lo menos, para reducir los riesgos estructurales de pasivos contingentes onerosos.

Al cierre de 2009, el ejecutivo federal mantenía como disponibilidades de fondos, fideicomisos, mandatos o contratos análogos, un monto de 399 mil millones de pesos. Estas disponibilidades son los montos que el ejecutivo federal ha mantenido en la forma de recursos líquidos al cierre de cada año fiscal, contraviniendo lo dispuesto por la normatividad en la materia.

Por estos datos encontrados y muchos otros más, la ASF concluyó que el ejecutivo federal careció de elementos de control interno relativos a la consolidación de la rendición de cuentas, la trasparencia, el combate a la corrupción y la gestión de los gastos. Prueba de ello, de acuerdo con el dictamen, fueron los manejos irregulares de los recursos en el caso de los festejos del Bicentenario.

“No existen elementos suficientes para aprobar (la cuenta pública) 2009”. Conclusión que fue avalada por la mayoría de los diputados.
Cero y van tres. La cuenta de 2010 deberá ser auditada por la XLII Legislatura que entrará en funciones el próximo primero de septiembre.

Y para quien delinquió en el manejo del erario, no hay otra sanción más que la política…

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

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