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1053 8 Mayo 2012

 

CRÓNICAS PERDIDAS
Estrellitas y duendes
Gerson Gómez

Monterrey.- Los treinta segundos antes de su caída, en medio de la avenida, se le escapó el libro que acababa de comprar en la Librería Cerda. En el mismo momento ya había experimentado el desplome, la bolsa de valores en Nueva York y en oriente.

En Tokio le costó la vida a 300 japoneses, que se hicieron harakiri. Y serán incinerados con todos los honores.

En cambio, en Nueva York, los de Goldaman Sachs, los otros responsables de la fuga de capitales, compraron dos yates y dos aviones para sus altos ejecutivos.

Santo ranazo, dijeron los que estaban a su lado y no la ayudaron a levantarse porque llevaban prisa para llegar a tiempo a la oficina.

El señor que vende pollitos de colores en la intersección dijo que sus precios ahora irían a la baja. Que cambia los animales ya no por dinero, que le pudieron hacer mal de ojo a la muchachita. Que mejor da los pollitos coloreados con tinta vegetal, por palos de escoba que no se usen.

Mi libro y mi bolsa, ¿dónde quedaron?

Los que iban y venían se volteaban a ver desconcertados.

Quienes no vieron nada, le dijeron a los policías que llegaron, como siempre lo hacen, tres horas más tarde, que ellos habían visto cómo habían escapado unas personas en un taxi, y que era seguro que ellos tenían relación con el accidente de la señorita.

Que eran dos, y vestían como cholos. Con el pelo a rapa y con flequillo. Con esas gorras de brillitos. Hasta se les veían los calzones. Ya ve como se ponen ahora los pantalones.

Si ya no hay moral en esta época, dijeron y se santiguaron. Jesusmariayjosesinpecadoconcebido.

Los policías le pidieron a la señorita, que ya para entonces estaba insolada, que se levantara.

No sea payasa. No le pegue al Careca, dijo el segundo policía.

Dudamos del accidente. Su acción es un ataque contra las vías de comunicaciones, reguladas por la Secretaría de Gobernación, de la Presidencia de la República.

Si no se para a la voz de ya estará siendo consignada por ataque contra la seguridad de la comunidad. Delito que se persigue de oficio.
Mejor llámele a su abogado porque la vamos a depositar con la gente del Ministerio Público.

Para que vayan a pagar su multa.

Desde lejos se ve que es una agitadora intelectual.

Nadie en su sano juicio, después de sufrir un desvanecimiento, pide un libro.

Sólo los comunistas.

Mejor váyase a vivir a Venezuela o a Cuba.  Allá sí se puede uno tirar en medio de la calle y a nadie le causa problema.

 

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pq94

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