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1053 8 Mayo 2012

 

ANÁLISIS A FONDO
La edecán y sus cuatro enanitos
Francisco Gómez Maza

Ganó la lascivia
¿Y la democracia?

Ciudad de México.- ¿Fue útil el debate del domingo en la noche, en el World Trade Center de ciudad de México, entre los candidatos presidenciales, devenido en show de tetas y nalgas, ante las cuales se fijó la atención de debatientes y de una buena parte de ese minúsculo 10% de la audiencia total (en empate técnico con el futbol) que vio y escuchó más de lo mismo, sazonado con ataques groseros?

La más pendenciera resultó ser doña Josefina Vázquez Mota. Con sus ataques al priísta Enrique Peña Nieto ─no tocó ni con el pétalo de una rosa al izquierdista Andrés Manuel López Obrador─ pareció intentar distraer la atención sobre su discurso hueco, demagógico, de espíritu burocrático, continuista obviamente ─le valdría deslindarse ya de Felipe Calderón, devaluado por su política fallida en materia de empleo precarizado, desempleo galopante, pobreza agravada, incrementos expropiadores de los precios de la canasta básica, y los sangrientos resultados de su estrategia de seguridad pública─. Fue graciosa sólo para los admiradores del color azul de su partido y, por supuesto, para los militantes de Acción Nacional.

A la señora le siguió en la necedad, Quadri (siempre que voy a escribir este nombre olvido el de pila y, menos recuerdo, el apelativo materno), quien más pareció como enviado de la Maestra (mi paisana Elbita Gordillo, muy malquerida por sus coterráneos en suelo patrio, por su papel grotesco en mantener un sistema educativo enajenante) para hacer las funciones de moderador o coordinador del debate, que muy bien lo desempeñó la colega Guadalupe Juárez.

López Obrador llegó al atril con viejos resentimientos hacia el “Grupo Compacto” (supuestamente encabezado por el ex presidente de la locura y la sinrazón, Carlos Salinas de Gortari) y su insistencia en señalar a Peña Nieto como ahijado del padrino de San Jerónimo.
Al priísta le faltó enjundia para defenderse de los “agravios” de la señora y del tabasqueño, aunque por lo visto, según la mayoría de las encuestas (no así la de María de las Heras), el debate le hizo lo que el viento a Juárez.

Menos mal que ninguno de sus adversarios –hablo de Josefina y Andrés Manuel– trajeron a colación aquello de Guadalajara, cuando no supo responder preguntas literarias, o lo de la “señora de la casa”.

La impresión del escribidor fue haber presenciado una pieza teatral  ─medio tragicómica─ cuyo título podría ser, algo así para que llame la atención de los amantes del teatro y puede ser al estilo de Alex Jodorovsky, “La Edecán y sus Cuatro Enanitos”.

Porque eso parecieron los cuatro, sobre todo el amanuense de Elbita, quien no pudo resistir la tentación carnal de fijar sus ojos en las nalgas de la modelo, habilitada de edecán del debate por el consejero presidente del Instituto Federal Electoral, Leonardo Valdés –con ello este señor rebeló sus inclinaciones emocionales, muy humanas por cierto,  producto del estrés que le causan las interminables sesiones cotidianas del órgano jurisdiccional, en tiempos electorales.

Deben de saber que este escribidor es un ateo en eso de la democracia representativa. Ésta no sirve, según el escribidor, que no cae muy bien a las buenas conciencias, más que para legitimar el asalto al poder con los votos de una ciudadanía que cree que, al elegir al tlatoani en turno, todos sus males van a convertirse mágicamente en bienes y conste que no estoy menospreciando a la sociedad. Sólo digo que no le queda de otra más que ir a las urnas, aunque ya sabe que su voto no cuenta para que el elegido, una vez sentado en la silla, vaya a realizar lo que se comprometió y menos lo que los ciudadanos le digan que haga o que no haga.

Pero habrá que, convicciones personales aparte, tocar los temas del diario vivir de este México agobiado por la criminalización desplegada los hombres del poder en todos los asuntos de la vida de los ciudadanos indefensos. Y ver quién será el “bueno” para que despache en la residencia oficial de Los Pinos (Palacio Nacional ya prácticamente no es la sede del poder ejecutivo. Podrían convertirlo en un centro cultura) entre el primero de diciembre de 2012 y el primero de diciembre de 2018.

A ver si no nos pasa lo que al Búho, que ya no estemos para esas inciertas fechas, porque la única certidumbre que tiene el escribidor del futuro es que ha de irse al otro lado.

No hubo debate, pues. Sólo acusaciones mutuas, Y de propuestas, nada.

Pero me voy enterando de que, por lo menos hasta ayer, las encuestas seguían dándole la mayoría de las preferencias al priísta. ¿Recuerdan que se los advertí? Vale la pregunta de la entrada: ¿fue útil el debate?

análisisafondo@cablevision.net.mx

 

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