Suscribete
 
1077 11 Junio 2012

 

CRÓNICAS PERDIDAS
Pirámide de afectos
Gerson Gómez

Monterrey.- Chin, ya se me hizo tarde otra vez. Y el cabrón de Rubén que está bien dormido. Roncando a todo lo que da. Huele a cantina, cerveza agria y tabaco. Y a fruta pasada. Estoy segura que sigue yendo al bar donde nos conocimos.

Antes era divertido verlo bailar solo. Ponerle monedas a la rockola. Que me invitara las cervezas. Pero nos hicimos novios y todo valió madre.

Me caga cuando llega bien pedo, como anoche. Luego se pone cariñoso y quiere coger.

Ándale negrita, mi bruja, vente para acá. Te traigo muchas ganas. Bájate los calzones. Dame una mamada. Te lo voy a hacer como nunca te lo han hecho.

Es un patán de lo peor. Sin modales. Un bruto.

Apenas terminó la preparatoria e hizo los primeros semestres de Filosofía y Letras. Con eso se siente ya tocado por los dioses griegos, que del Olimpo bajaron y lo convirtieron en uno de ellos.

Ni madres, güey, le he dicho. De lo tomado que llega hasta se le olvida ponerse condón. Ya con un borrachazo estuvo bien. Como cuando encargamos a Rubencito.

Ni modo. A tomar el taxi. Caminando no la hago; además, luego llego toda sudada a la oficina. Y hoy que ando en mi periodo. Cuando mi humor es más fuerte que ni yo misma lo aguanto. Tengo que ir con frecuencia al tocador. Cambiarme la toalla sanitaria.

Desde que parí a Rubencito dejé de ser la bomba sexual que siempre fui.  Se me perdió la lívido, en el laberinto de la rutina y los días.

Como si el dinero fluyera tan fácilmente, pinche Rubén. Si andamos bien cortos de efectivo.

Nomás me dice: aliviáname brujita. Mañana sí te lo prometo que llevo al niño a la guardería. Para que te vayas tranquila a trabajar.

Qué va a ser. Seguirá siendo igual, desobligado. Huevón, como el gato. Que tampoco ayer llegó a dormir. Nomás se la pasa de enamorado en las otras ventanas de la vecindad.

Ya me andan dando ganas de irlo a aventar debajo del puente que da al río. Que se lo lleve el agua.

Pero cierto, no tengo corazón para eso. No puedo vivir sin mi viejo, mi hijo y sin el gato.

Se me hace un nudo en la garganta con tan sólo pensar qué haría si faltara uno de los tres de la pirámide de los afectos.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 


15diario.com