PUNTOS CARDINALES
Gran teatro nacional
Óscar Palacios

San Cristóbal de Las Casas.- El gran teatro nacional electorero que ha  generado la obra máxima de la dramaturgia mexicana titulada “O cambiamos o nos jodemos” está a punto del desenlace. Ahora estamos en el nudo. El primero de julio el gran final entre el copete y el peje, los protagónicos masculinos, porque a la damita hasta su espectacular le pusieron: adiós Josefina, gracias por participar. El patiño gordillista, disfrutando sus cinco minutos de fama.

Y es que un largo río revuelto avasalla  a la campaña. La guerra sucia crece y entre panfletos, algo de la verdad sale a flote. Surge , además, la violencia y es así como una candidato a la presidencia municipal de Villaflores, Chiapas, mata a un joven panista por arrancar la propaganda priísta y un candidato del PRD es asesinado en Guerrero.

Vuelan en la vieja Antequera, como blancas palomas, las boletas duplicadas de los cercanos comicios. El IFE, como siempre, se hace guaje. En el Estado de México detectan a grupos que aportarán más de 4 millones de votos a Peña Nieto. Ricos, curas, agrupaciones de “beneficencia” y etcétera, participan, según Anonymous. El IFE hace como que la virgen le habla y no cancela los spots agresivos y mentirosos contra López Obrador.

Televisa, para variar, niega hasta la evidencia y The Guardian, el diario británico, en vez de disculparse, arremete con nuevos datos en torno al maridaje con Peña Nieto. Se cuestiona el origen del Soy132 y se desliza en las redes sociales que son producto de una manipulación de “intereses extraños” al país. Igual que hace más de 40 años con lo del Tlatelolco. No admiten que la fuerza juvenil exista y se enfrente a la podredumbre del poder.

Conchudamente Calderón tuitea e interviene en el proceso electoral y, otra vez el IFE, guarda silencio cómplice. FCH se pasa la ley electoral por el arco del triunfo. Envía al Cordero y al Meade a decir que el presunto ahorro que haría AMLO en caso de ganar con el dineral que ganan la alta burocracia, no es cierto. Así nomás. En Celaya la iglesia ─muy laica ella─ organiza un debate municipal. Mientras tanto, y aunque esperamos que no, se une a la lista de la infamia: una reportera y su hijo de dos años son secuestrados en Coahuila.

Y aún hay más, diría el clásico, Slim propone en un foro de la ONU que se debe privatizar todo y aumentar los impuestos. No le basta con ser el más rico del mundo y ser dueño del centro histórico del DF, sino que va por todo el país. Y seguro que es de los evasores fiscales protegidos por el régimen, como otros tantos ricos.

Ah, y el peso mexicano en la lona. La fiesta electoral que iba en paz, digamos que a ritmo de un vals copetudo, ahora se ha vuelto un frenético merengue y por lo mismo, sólo nos falta esperar. Ojalá no sea otro fraude cibernético. Digo, es un decir.

En ráfaga
Marcela Bonilla, mini candidata a la gubernatura de Chiapas por el POCH, va de bar en bar buscando el voto. Lleva las sabrosas botanas ladrillescas. Ella no era la elegida por las alturas, sino la ajonjolí  de todas las concertacesiones, Marvin Lorena Arriaga. Sólo que a la tal Marvin se le pasó cambiar su credencial de elector que aún marcaba 03 y la lanzaron al cuarto lugar. Le falló al patroncito.

Emmanuel Nivón, otro candidato títere pero panista, presume el año que fue alcalde de Tapachula. Basta ir por aquellos rumbos y conocerán a viva voz lo que opinan de él. Hay once millones por ahí, dicen, que andan bailando  y no hay aclaración. Lo divertido es que cree que los acarreados son en realidad fervor por su candidatura de papel.

En San Cristóbal hay una triada de posibles ganadores: Francisco Martínez Pedrero, PRI; Pérez Moreno del Verde  y César Arellano del PRD. La verdad los tres tienen mérito. El quid está en que el tránsfuga del priísmo y hoy neopanista Mariano Díaz Ochoa ─dos veces alcalde─ está soltando lana a lo bruto. Lo que no hizo como presidente, lo está haciendo como candidato: bachear calles. No les digo.

Y ya con esta me despido: el candidato plurinominal  del PRI a una diputación federal, el rico empresario radiofónico Simón Valanci ahora sí ganará, me dijeron, no necesita votos. Cierto, dije, lo que necesita son Botox.

ospal2@hotmail.com