ANÁLISIS A FONDO
Los impresentables
Francisco Gómez Maza

Los legisladores de “representación proporcional”
Muchos son nombrados para no ser enjuiciados

Ciudad de México.- Como los “impresentables” califica el Washington Post a muchas de las personas más poderosas de México que estarán en el nuevo Congreso.

Entre ellas destacan líderes de poderosas corporaciones sindicales, o a sus nietos; ex gobernadores, secretarios de estado, empleados de primera, familiares cercanos, ex alcaldes en desgracia, amigos de parrandas, ejecutivos de las empresas televisivas y radiofónicas. Entre los “pluris” (se les llama también plurinominales; de ahí lo de pluris) hay también personajes honorables.

Dice el corresponsal del diario washingtoniano, William Booth, que mientras los ojos en México están enfocados en la conflictiva elección presidencial, los asientos del Senado y la Cámara de Diputados se están llenando en silencio. La mayoría de los nuevos ocupantes serán legisladores cuyos nombres no aparecieron en las boletas electorales. 
Se denominan diputados o senadores de representación proporcional, o plurinominales, o pluris simplemente. Entre ellos hay muchos apodados chapulines, o saltamontes, porque saltan de puesto en puesto. Algunos de ellos, casualmente, son ejecutivos actuales o anteriores, o socios de las emisoras del duopolio de televisión.

En la Cámara de Diputados, 300 sillas o curules se ganan por el voto directo, mientras que 200 se distribuyen entre las partes, en proporción a la cantidad de votos que cada partido obtuvo en general, bien explica Booth. En el Senado, que tiene 128 escaños, 96 van a los candidatos más votados y 32 son para los de representación proporcional. 

Estos asientos proporcionales suelen entregarse a políticos de peso pesado, que trabajan en las habitaciones secretas de sus respectivos partidos. Muchos asientos son concedidos como pago de favores, o para compartir el poder entre los grupos de interés, o para decirlo claro –advierte el corresponsal-, para mantener al mejor y más brillante,  ya sea popular o no, en el cuerpo deliberativo de la nación. 

Booth explica otra de las ventajas: Estar en el Congreso otorga inmunidad política o de enjuiciamiento (fuero). Durante los años que estén en su curul o en su escaño, los senadores o los diputados se sienten aliviados pues los investigadores policiales no pueden interrogarlos para llevarlos a juicio, como a su vez le explicó al periodista Jeffrey Weldon, analista político del Instituto Tecnológico Autónomo de México. 

Entre miembros de familia que estarán en el nuevo Congreso están a la vez el nieto y la hija de la segunda persona más poderosa de México, Elba Esther Gordillo, presidente vitalicio del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el sindicato que modela un sistema de educación pública donde los maestros compran y venden su plaza de trabajo y han puesto a los niños de México a la cola de las naciones desarrolladas. 

A nadie le sorprende que el partido de Gordillo diera su único escaño en el Senado a su hija. O los asuntos de familia: la hermana del presidente Felipe Calderón, Luisa María Calderón, irá al Senado, después de que fue rechazada, a principios de este año, en su intento de ser elegida gobernadora del estado occidental de Michoacán. 
La sobrina de la esposa del presidente Calderón también va al Congreso. Fernando Bribiesca, entenado del ex presidente Vicente Fox, está consiguiendo un lugar en la Cámara de Diputados. También está listo el que fuera secretario de prensa de Calderón, Max Cortázar;  su ex secretario de Educación, Alonso Lujambio, y el ex secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.

Otra de las grandes sorpresas de este año es Manuel Bartlett, quien se desempeñó como secretario de Gobernación por el Partido Revolucionario Institucional, o PRI, en 1988 y que supuestamente apagó los equipos de cómputo que contaban los votos en la elección presidencial en la que Carlos Salinas pareció no haber ganado. Bartlett llega al nuevo Congreso bajo la bandera del izquierdista Partido de los Trabajadores que apoyó a Andrés Manuel López Obrador.

Sigue Booth: El nuevo Congreso reunirá también a personajes nada bien vistos por la ciudadanía como Carlos Romero Deschamps, la millonaria cabeza del sindicato de los trabajadores de la gigantesca empresa estatal Pemex, que va al Senado, por cortesía del PRI. 

En México, los dos jugadores grandes -Televisa y TV Azteca- dominan la industria de la radiodifusión y la televisión. Según la prensa mexicana, 18 de los nuevos legisladores tienen vínculos estrechos con estas empresas, entre ellas la hija del multimillonario dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas. Los otros son los grupos de presión, empleados, contratistas y dos ex altos abogados de Televisa. Los observadores mexicanos se preguntan si el grupo de 18 ayudará a liberar  las ondas radiales en beneficio del duopolio televisivo. “Esta llamada telebancada es mucho más poderosa que los partidos políticos. Se trata de la televisión, se trata de la banda ancha, de la entrada de las compañías de telefonía celular a la televisión; se trata de  dinero”, le dijo al WP Tatiana Clouthier, activista civil y ex diputada. 

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