CRÓNICAS PERDIDAS
Profesionales del abandono
Gerson Gómez
Monterrey.- Nos vemos en privado sólo si es absolutamente necesario: nos es fácil borrar siete años de relación: me voy despidiendo de ella: soltando la cuerda: aflojando el curricán de la memoria:
Concepción no ignora de su presencia: es más: me alienta a no perder la comunicación: pero a ella le pesa: es como la piedra del sepulcro: la mañana de resurrección: entonces quedamos de tomar café: elijo la fecha en tentativa: la reconfirmo tres ocasiones: somos profesionales del abandono:
Insisto en la cita: la cancelo nervioso: buscando en definitiva se niegue: la vuelvo a citar: la pospongo de último minuto: entonces: antes de darnos por vencidos: o de evadirnos conscientemente: hacemos realidad lo imposible: nos vemos: aplazamos los egos: te parece a las cinco: en La Purísima: en las escaleras: es perfecto: tengo vuelta al centro: necesito comprar bastidores:
Llego antes de la hora: trato de ocultarme del sol y la resolana me absorbe iluminando las mejillas: provocando sed: las puertas de la iglesia están abiertas: hay misa: las quinceañeras alborotadas: los familiares ajustándose los trajes apretados: deberían venir más casuales: como con guayaberas: pero los prejuicios les dictan: camisa blanca: corbata y pantalón de vestir: hace más calor adentro: se están asando como pollos rostizados: desde aquí observo el sobre esfuerzo: los abanicos son insuficientes para la cantidad de personas reunidas: en canícula se abren las aduanas del infierno:
Entonces llega apresurada: con el cabello húmedo: recién bañada: imposible no hacerlo tres veces en el mismo día: te dice: te pregunta si van a entrar a misa: te ríes: es sábado: algunos asisten a las lavanderías: o simplemente se quedan encerrados a piedra y lodo en casa: en lo oscuro: impidiendo cualquier manifestación de luz y ruido:
Refugiados en Monterrey: sus habitantes encuentran la manera de evadirse: algunos se van de compras: al cine a la función de moda: tomar helado: no tanto por hacerse de cosas: sino para disfrutar del clima artificial gratuito: confinados hasta la caída del sol: entonces las mecedoras llegan al porche: se abren las ventanas: tratan de acercarse a la brisa:
Nosotros vamos a mi oficina desierta: nos vamos en ambos carros: a la llegada saludo al guardia: nos franquea la entrada: nos sentamos a conversar: actualizamos el estado de la vida: los nuevos desconsuelos:
Entonces me acerco: te beso: te quedas impávida: busco hacerlo otra vez: entonces te pones de pie: me evades: diciendo: siempre te vas: dejándome hecha pedazos: y suelta la misma canción del año anterior: la de fuiste y eres el amor de mi vida: pero ahora ya no: estás con alguien: la rodeas en el muro: la abrazas: se besan: te sientas en el sillón ejecutivo: la sientas encima: dice ay: comienzan a moverse: con el ritmo frenético de los héroes venciendo a los malvados: le besas el cuello: los brazos: vas descendiendo: hasta donde lo permite su pudor:
Luego con lagrimas en los ojos te dice basta: ya lo hicimos una vez: ya me voy: acompáñame al carro:
Te quedas con las ganas: el sexo doliente debajo el pantalón: como el año pasado: cuando pudiste ensalivarle los pezones: duros como hojarascas: pero ahora no:
El guardia afuera del edificio compra la bolsa chica de papas Sabritas: bañadas en salsa botanera.
