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1248 6 Febrero 2013

 

PUNTOS CARDINALES
Bajo el sol tricolor
Oscar Palacios

San Cristóbal de Las Casas.- Es poco tiempo dos meses para juzgar al nuevo régimen, pero ya son muchos los muertos. Aquí no ha pasado nada. La vida sigue igual. Siguen las narcomantas, los descabezados, los desaparecidos, los feminicidios, los secuestros y el largo etcétera.

Al copete lo despeina la trágica realidad y si a eso le sumamos el lamentable suceso en el edificio de Pemex, donde un gas inodoro, astral, arrebató numerosas vidas y dejó un centenar de heridos, el asunto se pone peor.
                                              
Cierto que no se valen las especulaciones sino se tiene un soporte técnico de los especialistas, pero en este país de la desmemoria, donde sucesos van sucesos vienen, tienen una superlativa presencia mediática y se difuminan en espera de otro drama de los que ensombrecen y distraen a la sociedad mexicana, uno ya no sabe que creer. Se han ganado a pulso la duda razonable, ya que ni el beneficio merece. Las autoridades siempre manipulan la realidad.

Frente al impacto visual de los hechos, nos olvidamos de la “decretitis” del peñanietismo. Educativo, laboral, de la suprema corta de justicia, de los grupos que se hacen justicia por su propia mano en Guerrero y de las reformas que vienen en el ámbito energético y fiscal. Mientras, los gasolinazos siguen, la canasta básica rebasa el salario mínimo y los impunes de siempre siguen idem.

Nada nuevo bajo el sol tricolor. Muchas intenciones y nada de resoluciones. Pura promesa de papel. El drama de Pemex los desnudó. Basta ver el video donde el secretario de gobernación tartamudea nervioso, un director de Pemex en el limbo y el caos que era el único organizado en los momentos críticos. Es tanto el desorden informativo que creí capaz que el gobierno concluyera con que el edificio se suicidó, con eso de que es “inteligente”. Así se las gastan.

¿Qué sigue? Por ahora atender a la fábrica de pobres, esa gran empresa, exitosa, del régimen para mantener cautivos los votos a futuro. Dales pescados, aunque sean charales, pero no les enseñes a pescar. Complícales al educación, para que no aprendan a pensar, que paguen más impuestos para que nuestros ricos evadan, pon en venta de garage el petróleo para que las transnacionales nos llamen modernos, ajenos a tabús, a rancias ideologías, a nacionalismo trasnochado.

Cierto, como México no hay dos.

Chiapas
El norte trabaja, el centro piensa y el sur sueña. Así andamos. La nueva administración parece que nos hará soportar, al estilo Kundera, la insoportable levedad del ser o si lo prefieren a la mexicana, al decir de Clavillazo: la cosa es calmada.

Ya van sesenta días de gobierno y seguimos con el gabinete incompleto y don Güero de gira con promesas y promesas. Aquí también hay intenciones pero no acciones. Claro que después de los “hechos, no palabras” que terminaron en palabras demagógicas y hechos de rapiña en el sabinismo, pues esperamos que en el actual la presunta austeridad sea real y no más palabrería engañosa.

Cierto que los nombramientos de Gómez Aranda, Morales Vázquez, Carlos Mario Culebro, Mario Uvence, la presunta ratificación de Aguilar Gordillo, entre dos que tres más, dan una perspectiva alentadora. Sin embargo uno se pregunta, ¿qué hace Noé Castañón todavía en la secretaría de gobierno? Es un claro cómplice de Sabines. ¿Y el procurador? Bueno, pues ya es tiempo de limpiar la casa y lo fundamental: que no haya impunidad, que paguen los que arruinaron a la entidad. ¿Estará chantajeando Sabines al actual gobernador? Averígüelo Vargas.

Ojalá que don Güero se ponga firme y no deseche el superbono que le dio la ciudadanía. En política, si un bono no se abona, se desmorona. Al tiempo.

Algunos lectores amables me preguntaban el por qué de mi largo silencio: una, que me corrieron –supongo que por bocón– después de laborar 18 años en el Cobach. La tramitología en este país es toda una odisea. Ello implicó gestiones en el IMSS, Infonavit y ya ustedes saben. Entré “uyuyuy” por vejez, en el territorio de los pensionados. Si antes me solidarizaba con ellos, ahora los comprendo más; dos: tuvieron a bien invitarme a un viaje a Cuba. Ahí saludé –imaginariamente– al comandante Fidel. Sigue vivito y chocheando. Su hermano Raúl manda y manda bien. Los cambios son notorios. Supe también del comandante Chávez. Aquí el asunto está dividido. Los menos dicen que está congelado y los más que se recupera. Deseo su recuperación nomás por joder a los gringos y sus títeres aldeanos.

Y ya con esta me despido: el traficante de la educación, gasolinero, presidente de la comisión de hacienda del congreso estatal, Emilio Salazar Farías, sempiterno aspirante de la alcaldía tuxtleca y experto saltibanquis en los partidos políticos dijo recientemente en su cuenta: de tuiter: “pago mis impuestos”. ¿Será? ¿Y si le checaran sus bisnes que tal le iría? Impunidad, hasta dónde nos vas a llevar.

ospal2@hotmail.com

 

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