TRANSICIONES
Tras candidaturas en Baja California
Víctor Alejandro Espinoza
Tijuana.- El pasado 15 febrero a las 18 horas venció el plazo para el registro de precandidatos a la gubernatura que estableció la convocatoria emitida por el Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Pese a los nubarrones que se cernían sobre el horizonte tricolor, finalmente la tormenta no llegó; fue desviada hacia otros rumbos.
El PRI se presentará a la contienda con un solo precandidato: Fernando Castro Trenti. Será el abanderado de la coalición “Compromiso por Baja California”, que además está integrada por el PVEM, PT y el Partido Encuentro Social.
El otro fuerte aspirante, el Ingeniero Jorge Hank Rhon, mantuvo en vilo a los priistas hasta el último minuto. Mediante una estrategia por demás original, envió señales encontradas sobre su posible participación, creando la zozobra al menos entre sus seguidores. Incluso trascendió que había reunido sus documentos para el registro. Sostuve la hipótesis de que después de la decisión del Comité Ejecutivo Nacional no estaba entre sus opciones buscar el registro, pero que gozaba haciendo diabluras. De todos modos hubiera sido jugar con fuego decidirse a participar contraviniendo una decisión central.
En la casa de enfrente, por los rumbos de la alianza “Unidos por Baja California”, que encabeza el PAN junto con el PRD, el Partido Nueva Alianza y el Partido Estatal de Baja California, las aguas empiezan a agitarse. La convocatoria de registro para los dos únicos precandidatos se cerró el día 18; pero han decidido que sólo dure 15 días, cuando la ley les permite prácticamente mes y medio (del 22 de febrero al 5 de abril). Esto ha causado malestar en uno de los precandidatos: Héctor Osuna Jaime. Realmente dos semanas es muy poco tiempo, sobre todo para llevar a cabo los debates que se antojan necesarios.
La historia siempre tiende a repetirse; apenas hace unos meses, el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, demandaba que se llevaran a cabo varios debates y no los dos que contempla la ley electoral. Sabía que entre más debates sus posibilidades de triunfo aumentaban.
Hoy esto le sucede a Héctor Osuna pues al parecer las encuestas lo ponen por debajo de Francisco Vega de La Madrid y, por ello, demanda 5 encuentros entre los precandidatos, uno por municipio. Osuna Jaime le apuesta a su habilidad discursiva y a su preparación; lo que quiere decir que a mayor exposición sus posibilidades de ganar la contienda interna crecen.
Sin embargo, tal como se desprende de las declaraciones de Salvador Morales Muñoz, presidente de la Comisión Electoral, afirmando que no era necesario más tiempo de precampañas porque los panistas ya conocían a los aspirantes, parece confirmar la percepción generalizada de que la estructura dirigente está con Kiko Vega y no cederá a las demandas de Osuna Jaime.
Qué difícil para este último el sentirse relegado dentro de su partido: pero la moraleja debiera ser que las decisiones se deben tomar a tiempo. Recordemos que en 2007 él era el candidato natural de los panistas a la gubernatura. Los sondeos lo situaban por encima del mismo Kiko Vega y de José Guadalupe Osuna Millán. Pero decidió quedarse en la Cofetel y no arriesgarse en una disputa con el entonces candidato priista, Jorge Hank Rhon. Fue un grave error de cálculo; en seis años, la vida política local y nacional cambió y mucho conspira en contra de su ansiada candidatura.
Hoy, dos de los protagonistas del 2007 han sido relegados: a Jorge Hank Rhon le ganaron sus negativos; mientras que el panista Héctor Osuna Jaime no cuenta con los apoyos partidistas para llegar a aparecer en las boletas electorales. Es la rueda de la fortuna política. A veces arriba, en ocasiones abajo. Es una carrera muy complicada y en ocasiones cruel; pero debe de haber incentivos poderosos como para que muchos insistan en vivir de ella o por ella.
Investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
victorae@colef.mx
@victorespinoza_
