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1268 6 Marzo 2013

 

EL CRISTALAZO
Partidos, falsedad y demagogia
Rafael Cardona

Ciudad de México.- Hace algunos años todos los males de México eran fácilmente explicados con un recurso simple: la culpa es del PRI. 

Esa capacidad para atribuirle al Partido Revolucionario Institucional y su corruptor “bulldozer”, apenas hallaba equilibrio en el simplismo de sus militantes quienes se reservaban (y aún lo hacen) la paternidad de la construcción absoluta de la patria. Excepto la virgen de Guadalupe, todo lo demás lo habían inventado, patentado y registrado los priistas. O eso creían en los tiempos felices. Cuando la única familia era revolucionaria.

Y como la calamidad nacional se debía a un partido, entonces nos decidimos (desde los treinta del siglo pasado con el PAN), a construir otros partidos. No resolvimos nada, pero ampliamos el mercado del poder junto con la oferta de la corrupción, la pastosa demagogia y las falsas ilusiones; esquivas oportunidades y decepcionantes realidades. 

Pero si Napoleón nos enseñó la fórmula de la guerra: dinero, dinero y más dinero, las sucesivas reformas política nacionales, las grandes y las menores, nos dieron otra lección: como los partidos son entidades de interés público, el estado debe financiarlos con dinero fiscal. Eso quiere decir, dinero de los ciudadanos a través de los impuestos.

Eso nos hace a todos “agentes involuntarios y desconocidos de financiamiento partidario”, lo cuál anula la imposible respuesta –yo soy apolítico– cuando nos preguntan sobre la cosa pública. Ni apolíticos ni apartidistas pues a fuer de financiarlos a todos, participamos sin saberlo ni desearlo, en la actividad partidaria común.

La mengambrea de los partidos, hoy tan visible en los quebrantos del PAN y la euforia desmecatada del PRI –por no hablar de los afanes “morenos”– y el desprestigio colectivo de “la chiquillada” panalera o verde o como sea, nos ha llevado a un mundo incomprensible en el cuál las decisiones de un puñado de personas modifican todos los rumbos de la rosa de los vientos. 

Militantes, adherentes, simpatizantes, clasificaciones diversas para justificar numéricamente las decisiones tomadas no en la cúpula, pues ahí no se hace nada, excepto permitir la resonancia del sonido, sino en las oficinas, y a veces los sótanos, las cámaras y los cenáculos.

Pero las corrientes políticas, tan cambiantes como las del aire mismo, nos devuelven la imagen de un PRI casi todo poderoso, con un líder inigualable y carismático, mientras en el PAN el señor Gustavo Madero llena de lástima hasta a sus más acendrados e inflexibles críticos. ¡Dios mío, este hombre es la viva imagen del desamparo y la anemia intelectual!

Veamos estas líneas y comparemos realidades:

“El presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, rechazó que la falta de quórum durante la sesión del Consejo Nacional del partido (4) haya pospuesto la votación de la reforma estatutaria.

“En entrevista radiofónica con Joaquín López Dóriga, el panista aseguró que dicha sesión sólo fue de consejeros nacionales, misma que no tenía programado la discusión del proyecto de estatutos. Detalló que durante el encuentro propusieron discutirlo, pero por la falta de quórum no se votó en lo general, pero la sesión continuó (¿?).

“No hay en la historia del PAN un presidente que haya convocado tantas ocasiones a Consejo Nacional”, destacó Madero Muñoz y reconoció que estas acciones reflejan la práctica de consulta que existe en el instituto político.

“Recordó que sí hubo quórum, pues a la reunión se presentaron 197 consejeros, pero que con la salida de 20 de ellos se reventó el quórum por lo que no pudieron continuar con el encuentro de dirigentes.

“Madero Muñoz apuntó que la asamblea nacional para discutir la reforma estatutaria se llevará a cabo el próximo 16 de marzo, donde prevé que se aprueben los estatutos ya planteados; mientras que el Comité Ejecutivo Nacional se reunirá el 11 del mismo mes” (La silla rota). 

“El partido ya está listo para protagonizar, con audacia, los siguientes capítulos de la vida nacional.

“Con libertad al decir y respeto al escuchar, los militantes le dieron rumbo y consistencia a la deliberación. Ellos son mucho más que la fuerza del partido, son el partido mismo, los que le dan sentido y destino. Las estructuras, los sectores y las organizaciones son cuerpo que da forma al priismo, pero los militantes son quienes le dan vida. 

“Militantes y dirigentes que establecieron el ritmo y marcaron el rumbo. Producto de la fecunda asamblea, hemos logrado hacer más sencilla, ágil y abierta nuestra vida interna, para que el partido sea más eficaz, además, actualizamos nuestra posición respecto a los grandes retos nacionales” (César Camacho).

A fin de cuentas nada del otro mundo. Dos imágenes lógicas, la victoria y la derrota. La primera tiene expresiones; la segunda cuando más asomo de explicaciones. 

 

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