Suscribete
 
1268 6 Marzo 2013

 

La reformitis; estrategia electorera
José Antonio Villalobos

Monterrey.- Las cosas no siempre son tan sencillas como parecen. No siempre el querer es suficiente para poder, no siempre el saber es suficiente para el hacer. Algo así me parece que está sucediendo con la pretendida Reforma Educativa.

Más allá de insistir en que es un ajuste de cuentas, que si es un acto de la justicia selectiva al servicio del estado, veremos que todo eso carece de sustento si se insiste sólo en satanizar ahora al SNTE como instituto, al magisterio como gremio, con la saña incontrolable que circula por los medios como televisión y prensa escrita, pidiendo más sangre, exigiendo ver caer nuevas cabezas de quienes suponen culpables de tal situación; pero por otro lado, no escucho ni leo propuestas serias ni documentadas para mejorar la educación, ni del propio secretario Chuayffet, menos del señor presidente.

Ellos, insisten en su cruzada “moralizadora” con su técnica de la mediocracia, la mercadocracia. Esa imagen en la pantalla que genera morbo a la vez que una cierta vulgar complacencia, lo cuál obvio al partido gobernante le redituará en votos. Los planes y programas no salen en la foto, por tanto no generan votos; los puentes y las avenidas sí lo hacen, recordando que el 2013 es año electoral en México.

El PRI se está reagrupando con la reforma a sus estatutos, mientras el PAN se desmorona a grado tal que no es capaz de reunir quórum legal para efectuar su propia asamblea, víctima del desencanto de los “militantes” y las fracturas internas. El PRD va por el mismo camino y así ambos dejan de ser una oposición seria y formal al presidencialismo autoritario. Por el contrario, ahora son su comparsa arlequín que todo le celebran.

Por otro lado la “chiquillada”, como se refieren a partidos como Convergencia, PT y Nueva Alianza, se ve restringida de participar en el pacto que ya tambalea por sus absurdas imposiciones como en lo energético y en el caso del IVA; al tiempo que ahora el PRI pretende boicotear las alianzas que le han significado pérdidas electorales como PAN-PRD, PAN-Nueva Alianza, PDR-Nueva Alianza con el firme propósito de arrinconar a Morena y que no siga siendo su principal rival electoral.

Ese ambiente de política represiva no es sano para recomponer una política educativa nacional, si a ello agregamos que los verdugos del magisterio (sí, “Mexicanos Primero”, de Claudio X. González y “Por la Educación”), se encuentran dijera, empoderados, insatisfechos, quieren más y continúan neceando ser ellos quienes dicten ahora las políticas educativas a seguir.

Se autoproclaman como la única voz válida por ser “sociedad civil” y descalifican cualquier otra opinión que no coincida con ellos. Más aún, si proviene del SNTE o de la CNTE, emprenden otra nueva cruzada semejante a la que plantearon con el cortometraje “De panzazo”.

Ahora apuestan al film “Carrera Magisterial” para seguir agitando el avispero y polarizar la opinión entre los maestros y pretendiendo así indicar rumbo a seguir en las leyes y reglamentos secundarios a la Reforma Educativa.

Mientras eso persiste la Secretaría de Educación insiste en su cacería de brujas removiendo de sus cargos en los estados a quienes se identifican por su filiación y afinidad sindical, a la vez que insiste que no es con fin político, que es “para elevar la calidad de la educación”, pero insisto: ¿dónde está el diagnóstico?, ¿dónde está la ruta o proyecto didáctico, pedagógico?, ¿dónde está una efectiva profesionalización docente?, ¿cuándo se verá una actualización a los planes y programas educativos que imprima una fuerte mejoría a la calidad y la cobertura?, ¿cuándo las evaluaciones así como los planes y programas incluirán los elementos de una regionalización y ponderación por estratos socioeconómicos?, ¿cómo se adecuarán los libros de texto a las necesidades educativas de esas mismas regiones y estratos socioeconómicos? (lo que no se logra con simplemente obsequiar tabletas electrónicas a los alumnos), ¿cómo se pretende erradicar el rezago y la deserción escolar?, ¿cuándo se va a invertir en educación pública realmente mínimo el 8 por ciento del PIB en forma transparente y eficiente?

Persistir en educar sólo para rendir cuentas es un garrafal error. Determinar una relación directa entre las evaluaciones y el aumento en la calidad educativa resulta complicado si no se toman en cuenta otros factores. Y eso se ha pervertido al transcurrir el tiempo, por ejemplo los supervisores escolares hoy día centran sus esfuerzos en implantar estrategias para el logro académico; ya no es trascendental el aprendizaje significativo; no el adquirir destrezas o competencias para el trabajo, mucho menos llevar una secuencia didáctica de los conocimientos.

Hoy el propósito fundamental es obtener un resultado satisfactorio en la evaluación Enlace y/o PISA, pues de ello depende el prestigio del plantel y obvio los estímulos económicos implementados en forma piramidal. Entre más avances muestre la evaluación de los grupos del plantel, más maestros recibirán su respectivo estímulo al mérito docente. Eso conviene al directivo porque él recibirá su proporcional estímulo, y el supervisor escolar recibe ese beneficio en la medida y proporción que sus maestros y directivos lo hagan (existen muchas leyendas urbanas acerca de tal o cuál trampa o truco para la hora de dicha evaluación estandarizada).

Resulta que hoy día los alumnos se saben inmunes ante la absurda política de no reprobación escolar (que al parecer será derogada); luego entonces no es motivante para ellos como lo es para el profesor tener un resultado satisfactorio en Enlace, pero aun así persiste la prioridad escolar de educar para el examen más que educar para la vida.

Eso se tiene que acabar, eso es determinante para avanzar en el rumbo de la calidad y la pertinencia educativa. Si no lo avanzamos de la mano maestros, su representación gremial (cualquiera que ésta sea), una autoridad educativa capaz y comprometida, y sectores de la sociedad civil comprometidos con la educación más que con la oportunidad de negocio que en ella perciba, por lo menos hacia la mitad del sexenio de EPN, comenzaríamos a percibir los primeros resultados de lo que ahora se implemente.

Entonces veremos si fue redituable, si se muestran avances significativos o fue un mero montaje espectacular para recaudar votos y amordazar al SNTE en su libre expresión y participación política para no ser un obstáculo a la voluntad todopoderosa del presidente autoritario en turno. Veremos pues si fue, como dicen, echarle “mucha crema a sus tacos” o si valió la pena.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

15diario.com