Educación y neoliberalismo
José Ángel Pérez Rodríguez

Ante las crisis existentes el sistema neoliberal protege a las minorías opulentas en detrimento de las mayorías.
Noam Chomsky

Monterrey.- El neoliberalismo, como expresión ideológica de un modelo económico que establece la nula intervención del estado en la economía, se instala en México en tiempos de Miguel de la Madrid y se consolida con Carlos salinas de Gortari.

A fines del siglo pasado se hacen en nuestro sufrido país, a la luz de la doctrina neoliberal, jugosos negocios con las empresas públicas, algunas como la banca, que el gobierno había rescatado absorbiendo las pérdidas y una vez “saneadas” con recursos públicos, vueltas a vender a particulares a precios de ganga.

Es un hecho insultante que la políticas neoliberales sólo están surtiendo efectos beneficiosos en sectores minoritarios de la población, mientras que otros sectores ven que su participación en la economía está siendo nulificada.

Pues bien, el modelo neoliberal, está por instalarse en la educación pública con la llamada reforma educativa, que de educativa sólo posee el nombre, pues hasta el momento nada se sabe del reordenamiento de los centros escolares, mucho menos de los cambios que se propondrán en planes y programas de estudio, así como de los recursos que se destinarán para la capacitación de los profesores y el equipamiento de las escuelas.

Por el contrario, el sistema educativo se está convirtiendo en un mercado ya que la educación, los bienes culturales y el conocimiento en general, se pretenden reducir a una simple mercancía. Se exhibe a los profesores y a las escuelas que no logran los estándares que la sociedad global exige, soslayando las condiciones económicas, sociales y culturales de cada uno de los centros escolares o regiones.

Los tecnócratas del sistema degradan el acto educativo rebajándolo de ser de un proceso humanista a un simple proceso de manufactura. Como decía don Pablo Latapí: “Se trata a las escuelas como a fábricas de hacer tornillos”.

Ante esta situación suenan fuerte las palabras de Eduardo Andere cuando dice: “Los temas estructurales de la economía de la sociedad mexicana son los que están atorando el logro de la reforma educativa. Estos elementos son la pobreza, la segregación, la inequidad, y la anticultura de aprendizaje. Si no se resuelve esto, poco puede hacer la pedagogía”.
 
La baja calidad de la educación en México, no es culpa del profesor como se pretende hacer creer, entendiendo por calidad educativa aquella que proporciona los elementos culturales y las competencias necesarias para que el estudiante se desenvuelva con éxito en la sociedad y a la vez construya una sociedad justa.

Si el sistema educativo está en crisis significa que el modelo neoliberal deshumanizado y deshumanizante está en crisis.