MALDITOS HIPSTERS
Chavana con V de Vaca
Luis Valdez

Monterrey.- En todo el país y parte del extranjero, se supo de la competencia donde algunas mujeres debían introducir su brazo en el trasero de una vaca. El video despegó de la tv al internet, haciendo más célebre la tv basura donde figura un personaje local.

Ante la protesta y repudio generalizado por las escenas, la televisora lanzó una carta donde asegura que la producción será sancionada, y que el concepto de la empresa siempre ha sido de conciencia social. No nos hagan reír. Se supone que no somos unos estúpidos. A menos que con una carta, Multimedios sólo se jacte de hacer malabares con la demagogia. Claro, su trabajo es la comunicación, aunque resulte falseada.

Hablando de la comunicación, ¿qué opina el respetable Arqui? ¿Nos vamos a un programa de CAMBIOS? ¿Qué opinan los columnistas del periódico Milenio sobre los avatares de su rama televisiva?

Chavana, el conductor en cuestión (aunque son varios los que se justifican abierta y descaradamente en su papel de entretenedores y no de formadores de cultura televisiva) ha declarado que tiene en un rincón muy hondo de su cerebro la conciencia de que tiene hijas y piensa que no lo deja de lado al hacer tv. ¿En serio? ¿Por qué no invita a sus hijas a que también vistan minifalda o hotpants en sus programas para tratarlas de la misma forma machista en que trata a sus edecanes? Esa sería una buena manera de afrontar a la audiencia regiomontana.

Pero incluso pudiera ser que (al igual que los hijos de líderes sindicales de la educación pública en México están en colegios privados) las hijas de Chavana ni siquiera vean tv local. ¿Para qué llenar sus cabecitas con las imágenes de unas mujeres metiendo su brazo en el trasero de una vaca, si pueden ver programas más elaborados en tv de paga?

Ernesto Chavana no es un producto de la audiencia. La tv no es propiamente un reflejo, sino una alteración de los gustos masivos, en pro de la publicidad y constantemente en búsqueda de un público.

Vamos a poner minifaldas y piernas al programa, y humor sexista frente a mujeres que finjan tener la cabeza hueca. No importa si alguna edecán se fractura un pie o un brazo, no importa si entre los disfrazados hay un anciano con traje de conejo rosa.

¿Para qué queremos un guión, si lo importante es el humor fácil a costa de alguien?

Nunca la tv había estado tan hueca.