LA VENTANA INVISIBLE
Agua envenenada en Torreón
Jorge Villalobos
Torreón.- Un tema que atemoriza a los laguneros es el del arsénico en el agua que consumimos. De acuerdo al Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, estudios realizados en diferentes partes del mundo han comprobado que el arsénico está asociado a enfermedades crónico degenerativas, por ello se puede aseverar que la exposición al arsénico es realmente un problema de salud pública, puesto que en México se calcula hay 16 millones de personas expuestas al hidroarsenicismo, lo que representa un grave problema.
Se ha informado recientemente que la minería y la sobreexplotación de acuíferos subterráneos en el país son la principal causa de la contaminación del agua por arsénico. Esto ocasionó que en los EU por ejemplo, se revisara la norma para arsénico en el agua potable; fue en el año 2001 cuando definitivamente se consideró reducir de 50 microgramos por litro a sólo 10 microgramos por litro la concentración de arsénico en agua para consumo humano. El motivo de dicho ajuste fue que permitiría disminuir el número de varios tipos de cáncer y de otras enfermedades, entre ellas diabetes e hipertensión.
Previamente la Organización Mundial de la Salud había publicado en 1991 la guía de calidad de agua para arsénico, sugiriendo a la comunidad internacional que el valor aceptable de arsénico en agua debería ser menor a 10 microgramos por litro. Desde luego en México no se aceptó la sugerencia de esta dependencia de la ONU y es fecha que no se ha podido disminuir la norma de 25 microgramos por litro; seguramente y como casi siempre, diversos intereses hacen peligrar el impedimento de la disminución, tomando en cuenta que las tecnologías disponibles hasta ahora para remover el arsénico del agua cuestan mucho dinero.
Las cuestiones de carácter político y una falta de coordinación metropolitana en La Laguna, han hecho que las autoridades hayan tomado medidas diferentes para paliar el problema del arsénico en el agua potable, puesto que en la parte de Durango se han instalado ya 30 mil filtros domiciliarios, y del lado Coahuilense optó el gobierno por filtros en los pozos de extracción cuyo número no rebasa la decena; dicha estrategia sanitaria aún está por ver su efectividad y completa implementación; las demoras han sido muchas y la población no sabemos qué calidad de agua estamos consumiendo.
Organizaciones civiles, grupos ambientalistas locales y algunos académicos, están señalando insistentemente otras opciones al problema del agua en la comarca lagunera, lo razonable es pensar que ninguna tecnología compite con los procesos naturales de los ecosistemas, que son capaces de actuar como filtros para remover los diversos contaminantes del agua.
Por otro lado, en el mediano y largo plazo, resultaría más económica y socialmente aceptable la consideración de equilibrar en una primera instancia los acuíferos subterráneos y después recuperarlos, de esta manera se tendría agua para largo rato y sin arsénico.
