MALDITOS HIPSTERS
Los animales de la política
Luis Valdez
Monterrey.- Quienes aseguran que es preferible tener un burro como político que un político burro, tienen razón. Lo mismo se aplica a los gatos.
En Alaska hay un gato alcalde. Claro que es en una oficina simbólica, donde el alcalde en realidad no tiene peso. Pero la gente está feliz con Stubbs, el político en cuestión, porque asegura que todos los días sale a pasear y hace su rondín al pequeño pueblo. ¡Esos sí son servidores públicos!
“Arena y Libertad”, es una de las frases de Morris, el gato que ha sido candidateado para alcalde municipal de Xalapa, Veracruz. Que va a acabar con las ratas, que tiene suficiente arena para tapar los baches, que cuando él la caga, sí la tapa, y otras frases acompañadas de imágenes del llamado candigato. A esto agregamos ya que hay admiradores en todo el país y hasta en el extranjero. Lugares como Argentina, Perú, estados Unidos, Canadá y el mismo gato Mayor Stubbs de Alaska.
El candigato Morris ya es una figura política de México, porque los mismos políticos de los partidos políticos oficiales le han dado su lugar. Lo han criticado, se han ofendido y han buscando intimidar a los votantes asegurando que si votan por un gato, invalidan su voto.
Los votantes no están satisfechos con los candidatos que los partidos políticos les han plantado en la cara. Hay frustración, porque se trata de votar por el menos peor, hasta que llega un gato que sí tiene carisma y que sólo promete dormir y retozar. Es decir, que al menos no promete de más.
Medios como la BBC, el ABC de España, CNN e intelectuales como Juan Villoro, han pasado de ver la curiosa campaña política de un gato, a ver una expresión que ha salido de las redes sociales para convertirse en todo un canal de distribución independiente (sin presupuesto público) de calcas y playeras.
Es decir, una campaña política realizada y compartida por los mismos ciudadanos.
¿Usted pagaría diez pesos por la calca de un candidato del PRI o del PAN? Los seguidores del candigato Morris, sí.
