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1413 25 Septiembre 2013

 

Espionaje en NL
David Carrizales

Monterrey.- El consulado estadounidense en esta ciudad y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), presentarán el jueves en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) la guía “Policía Comunitaria: Conceptos, Métodos y Escenarios de Aplicación”, un programa con el que se pretende involucrar a la sociedad para disminuir la violencia relacionada con el crimen organizado.

Sin embargo, para el analista político Raúl Rubio Cano, este tipo de acciones auspiciadas por la USAID, persiguen en realidad propósitos de espionaje y  enajenación ideológicamente para favorecer los intereses del Imperio del Norte, y se realizan de manera encubierta al amparo del Plan Mérida, que supuestamente se diseñó para “ayudar” al gobierno Mexicano a combatir el fenómeno del narcotráfico, mediante la reconstrucción del tejido social.

Rubio Cano recordó que los agentes de la USAID fueron expulsados de Bolivia el primero de mayo de 2013 por conspirar contra el gobierno de Evo Morales, financiando y manipulando a organizaciones gubernamentales y a pueblos indígenas para confrontarlos con el gobierno electo. Asimismo, fueron echados de Rusia el primero de octubre de 2011, por interferir en los asuntos internos.

Y según el investigador Adrián Murano, en artículo publicado en el sitio veintitrés.infonews.com, la United States Agency International Development (USAID), creada en noviembre de 1961 como una fantasía filantrópica, a través de generosos aportes financieros para  formar una red de fundaciones y ONGs “destinadas a difundir los beneficios del alineamiento con Estados Unidos y su american way of life,  mediante propaganda y programas de formación”.

Pero esa es apenas la cara amable de su tarea, “el verdadero rostro de la agencia es más hostil: intervenir en los procesos políticos de la región latinoamericana, con el pretexto de proteger la seguridad nacional”.

Y agrega que “la militarización de los objetivos de la USAID tocaron cumbre en 2010 cuando el presidente Barack Obama incluyó al general Jeam Smith –un estratega militar que estuvo en la OTAN– en el Consejo de Seguridad, sólo para que atendiera los programas de “asistencia social” que llevaba adelante la agencia.

Además citó que Murano afirma que las operaciones de la dupla USAID-NED (Fundación Nacional para la Democracia) en América latina fueron reveladas por Wikileaks, al difundir millones de telegramas internos del Departamento de Estado.

En uno de esos documentos, el ex embajador estadounidense en Venezuela, William Brownfield, reveló que  su país “alimentó la oposición a Hugo Chávez con ideas y millones”. Y mencionaba que docenas de organizaciones no gubernamentales recibían financiamiento del gobierno norteamericano por intermedio de la USAID y de la Oficina de Iniciativas de Transición (Office of Transition Initiatives –OTI–).

En apariencia, los programas que estaban encargados a 300 organizaciones civiles, desde las que se dedicaban a proteger a discapacitados hasta responsables de programas educativos, tenían objetivos humanitarios, pero fue el propio embajador Brownfield quien detalló en su telegrama a Washington, que su propósito era: “La infiltración en la base política de Chávez, la división del chavismo, la protección de los intereses vitales de EE.UU y el aislamiento internacional de Chávez”.

Rubio Cano, lamentó que un funcionario de la UANL como el director de Leyes, José Luis Prado Maillard, contrariando el espíritu universitario que debe ser de pensamiento crítico, nacionalista y libertario, de manera entreguista se preste a servir a los peores intereses  de Estados Unidos, al permitir la realización del citado acto de la USAID.

El consulado de Estados Unidos explicó que al dar a conocer la Guía, el jueves próximo, se busca reflexionar y exponer los puntos de vista de expertos en materia de seguridad y de prevención de la violencia, así como autoridades que compartirán sus experiencias “en un foro que busca también escuchar las inquietudes del público invitado”. 

La Guía Policía Comunitaria, señaló el Consulado, es el resultado del proceso de aprendizaje que viene realizando el Programa para la Convivencia Ciudadana (PCC) para fortalecer la relación de confianza y colaboración entre la policía y la ciudadanía.

El PCC trabajó con  el Instituto para la Seguridad y Democracia (INSYDE), “una organización mexicana con amplia trayectoria en la investigación aplicada para desarrollar procesos de reforma policial, seguridad democrática y respeto a los derechos humanos en México”·

Finalmente  asegura el Consulado que el modelo de Policía Comunitaria implica un cambio en el sistema de trabajo en conjunto con la policía y los miembros de la comunidad para hacer frente a la delincuencia y la violencia.

 

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