Terrón de azúcar bañado de hiel
Ricardo García M
Monterrey.- Los spots de radio y televisión gubernamentales hostiga: “Todos los países productores de petróleo hacen reformas”. ¿Por qué no las hicieron los gobiernos PRI-PAN hace 20 años? “El mundo cambió, menos México”. Claro que hemos cambiado, ceñidos a políticas de afuera. “Los países desarrollados esperan cambios en México”. Nosotros esperamos que cambien ellos sus políticas económicas y ambientales que nos afectan.
Pareciera que no hemos hecho nada correcto en 30 años de globalidad. Atosigados por los grandes fondos financieros mundiales el FMI y el Banco Mundial, entre otros, nos abrimos y desregulamos a inversiones planetarias para parecer contemporáneos, aunque los beneficios no llegan a la mayoría de la población.
El pintor surrealista Salvador Dali Domenech fue echado de su casa por un padre decepcionado por su actitud irreverente .El pintor catalán comento que se le antojaba su casa “un terrón de azúcar empapada en hiel”.
El gobierno Peñanietista semeja lo mismo, al describirnos hojuelas en miel en los frecuentes mensajes que dibujan una casa segura y abundante con las reformas propuestas. Los gestores y agentes mexicanos desde hace décadas pujan para se abra la renta petrolera a la inversión extranjera. Se frotan las manos Luis Ramirez Corzo, Jesús Reyes Heroles hijo, Pedro Aspe entre otros que impulsan el hilo conductor a una Reforma Petrolera que requiere pericia y competencia financiera y técnica nacional no entreguista.
La simple regla aritmética que comprueba lo anterior, es que extraer un barril de petróleo cuesta 10 dólares y se vende en 100.
Ya hemos tenido numerosas experiencias con la minería y el comercio al mayoreo de productos chinos. Lo que les espera a esas azucaradas propuestas es lo siguiente:
1.- Expoliación de nuestras reservas probadas de 40 mil millones de barriles de petróleo para exportarlas sin valor agregado y seguir importando gas, petroquímicos y derivados.
2.-Empobrecimiento con los incrementos al IVA en medicamentos, colegiaturas e hipotecas al no ser la solución mexicana.
3.- Distorsión con evaluaciones de maestros para aplicarse a un México único cuando hay 12 regiones sociales y económicas y físicas diferentes, y 3 Méxicos en lo económico. Pareciera que lo imaginaron alejados de la realidad.
4.-La reforma fiscal es recaudatoria pero no alienta la reinversión y el empleo.
5.-La reforma electoral busca control central presidencial
Es fundamental converger a un proyecto común a un Pacto incluyente y trabajar aliados partidos, gobierno, empresarios y sociedad civil.
Como reflexiona Gustavo Laveaga: “gobernar es un arte que debe ser conciliatorio”.
Los Peñanietistas nos quieren dar un postre azucarado que tiene mucha amargura.
