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1420 4 Octubre 2013

 

ANÁLISIS A FONDO
Entre “anarquistas” y policías
Francisco Gómez Maza

Los violentos, con todo, incluso a matar
Los policías del DF no se quedaron atrás

Ciudad de México.- El gobierno del Distrito Federal tendrá que rendir cuentas ya del comportamiento de elementos de la policía local, que violentaron derechos humanos durante los enfrentamientos de este jueves con un grupo de niños perversamente agresivos, e inclusive, dispuestos a matar.

Los violentos, autodenominados “anarquistas”, puestos a operar por una poderosa mano negra en la toma de posesión del presidente Peña Nieto el pasado primero de diciembre, lograron las primeras planas una vez más y opacaron la manifestación, en recuerdo de la Matanza de Tlatelolco de hace 45 años.

La bronca de este miércoles fue producto del odio, odio de “anarquistas” y odio de policías  Los saldos fueron deplorables y tendrían que ser motivo de reflexión no sólo de los gobernantes de la ciudad, sino principalmente del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Es comprensible que haya muchos millones de personas movidos por el resentimiento ante el retorno del PRI a la presidencia de la república, pero estos opositores no han rebasado los límites de la manifestación pacífica. La violencia ha venido de otro lado, o del ¿otro Lado? Todas las intervenciones de los grupos violentos, de los que ayer se deslindaron los maestros oaxaqueños, pareciera que forman parte de una estrategia de desestabilización en contra de Peña Nieto, a quien además de atacar con insultos y vituperios, ahora pretenden poner contra pared.

Hasta aquí, el fenómeno social es comprensible y explicable. Lo que no es justificable es la decisión de ordenar a los policías responder con la misma saña con la que son provocados, atacados y agredidos por los irracionales.

Ahora, tendrá que dar explicaciones el gobierno de Miguel Ángel Mancera porque los policías fueron atrapados por la provocación de los violentos, y reprimieron, también con saña. Los policías perdieron la cabeza, y respondieron tan irracionalmente como los “anarquistas”.

Mancera se metió en un verdadero problema que le puede dar profundos dolores de cabeza y hacer que el presente sea el último sexenio del Partido de la Revolución Democrática en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.

Los policías que actuaron con la cabeza perdida no imaginaron que reprimieron a personal de la Compañía de Jesús, una de las empresas clericales católicas más poderosas de México y el mundo, dedicada a la defensa de los derechos humanos desde el Centro Prodh. Varios de los observadores de este centro fueron agredidos por elementos policiacos.

Los miembros de la organización jesuítica estaban, en medio de los enfrentamientos de ayer, en misión de observación. Cinco defensores de derechos humanos fueron agredidos. Aracely Olivos, Xosé R. Figueroa, Simón Hernández León, Quetzalcoatl Fontanot y Víctor Carlos Banda. Estos dos últimos resultaron con heridas.

Los representantes del Centro Prodh pudieron constatar que elementos policiacos detenían arbitrariamente y golpeaban a un joven. Varios policías rodearon a Víctor, lo echaron al suelo y le propinaron una brutal golpiza, provocándole lesiones graves. También fue golpeado Quetzalcoatl. Simón Hernández León evitó la detención de la reportera de Efekto Noticias, Nayeli Roldán, pero ambos fueron agredidos por policías.

Los observadores del Centro Prodh documentaron la actuación de la SSPDF: intentos por seccionar y encapsular a manifestantes, uso de gas lacrimógeno de dos tipos (uno blanco y uno rosa) y polvo de extintor contra manifestantes; detenciones arbitrarias por personas vestidas de civil, en coordinación operativa con los granaderos a quienes se dirigían  para entregar a manifestantes detenidos.

fgomezmaza@analisisafondo.com
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