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1435 25 Octubre 2013

 

Un periodista en Puente Grande
David Carrizales

Monterrey.- “La cárcel me hizo comprender que el ser humano es más proclive al amor, al compañerismo y al perdón, que a la violencia, el odio y el rencor”, afirma el periodista Jesús Lemus Barajas, quien a riesgo de que se le considere un admirador de Rafael Caro Quintero, se dice impresionado por las “características de bondad” que encontró en el narcotraficante a quien conoció en el penal de Puente Grande, Jalisco.

Acusado de delincuencia organizada y fomento al narcotráfico, Lemus Barajas dice ser el primer periodista mexicano encerrado en un reclusorio de máxima seguridad, a donde ingresó “por una venganza de Felipe Calderón”. Sin embargo, desconoce qué fue exactamente lo que molestó al ex presidente, pues con sus textos incomodó a muchos de sus amigos entre políticos y empresarios.

Jesús Lemus fue entrevistado durante la Feria del Libro de Monterrey, donde presentó su obra “Los Malditos. Crónica Negra de Puente Grande”, que escribió a partir de las experiencias y conversaciones que recopiló durante los tres años y cinco días que permaneció prisionero conviviendo con algunos de los criminales (entre narcotraficantes, secuestradores, asaltantes y asesinos), considerados de la más alta peligrosidad en la historia del país.

Durante su detención y el tiempo que estuvo en la cárcel, hubo irregularidades e inconsistencias y al no probarse los delitos imputados, quedó absuelto y obtuvo la libertad.

“Soy el primer periodista que cae en una cárcel federal. Como tú, y como cualquier otro periodista que estuviera en una prisión, aproveché el momento para desarrollar mi trabajo. Si vez pasar a tu lado a Rafael Caro Quintero, lo primero que haces es preguntar; si ves pasar a Mario Aburto, como fue mi caso, pues lo primero que le pregunté fue: ¿Mataste o no mataste a Colosio”. Y Aburto aseguró que no, y no una sino varias veces que se le planteó la misma pregunta.”

“Es un trabajo periodístico enfocado a un periodismo narrativo, me centro a la historia humana, la historia de las personas, yo no voy a cuestionar ni a indagar más allá de si Rafael Caro Quintero es responsable de los hechos que se le imputaron sobre la muerte de Enrique Camarena, ni voy a investigar si El Duby (Alvaro Darío de León Valdés) de los narcosatánicos, mató.”

“Es una historia de cómo viven dentro de la cárcel las estrellas mediáticas del crimen, además de los mencionados, Daniel Arizmendi “El Mochaorejas”; Juan Sánchez Limón, lugarteniente de El Lazca; Alfredo Beltrán Leyva El Mochomo; y entre otros, Daniel Aguilar Treviño, asesino confeso de José Francisco Ruiz Massieu.”

“Nadie ha escrito cómo es la cárcel, como periodistas no podemos traspasar esas barreras, yo por desgracia personal y por fortuna periodística llegué al interior de Puente Gande, tengo que aprovechar esa desgracia, con esto quiero demostrarle a la gente, a la sociedad que me sigue estigmatizando, que mi oficio es ser periodista no narcotraficante. Si yo fuera narcotraficante, saliendo de la cárcel me hubiera ido a integrar a mi célula criminal. Y no, yo me fui a integrar al periodismo, eso es lo que vengo a presentar en este libro. Estoy colaborando ahorita en algunos medios nacionales, para Reporte Indigo y en algunos medios internacionales de internet.”

“Yo resulté absuelto, no encontraron ni una prueba en mi contra, fue una venganza de Felipe Calderón, yo hacía periodismo en la zona de Michoacán, donde él tenía sus fueros y sus amigos. Calderón puso desde presidentes municipales, diputados, y no sólo del suyo, sino de todos los partidos. Puso hasta jueces del registro civil, directores de agua potable, inspectores de comercio.”

“Todavía no tengo claro el caso concreto de su venganza, sé que molesté mucho a los amigos de Felipe. Hoy tengo la oportunidad y mal haría si no lo aprovecho, de presentar este trabajo periodístico que nadie me lo quiso publicar en su momento cuando yo lo mandaba por cartas. Ahora a la gente le gusta y me da la oportunidad de reivindicarme.”

Comenta Jesús Lemus, que quien más lo impactó durante sus años en la cárcel es Rafael Caro Quintero. “Cuando lo conocí llevaba 24 años de preso, yo tenía seis meses, entonces ver una persona que todos los días se levanta con ánimo, que está tranquilo y sereno, masticando sus pensamientos, rumiando sus cosas todo el día, y que cuando habla lo hace de filosofía o de historia, para nada de delincuencia, a mí me impacta, porque ves a una persona que la cárcel no lo menguó, al contrario, como que todos los días se inmunizaba. Una vez dijo que  un día ganado es un día menos en esta cárcel”.

“La cárcel te cambia mucho, pero ahí eres como llegas de la calle y estoy seguro que así ha sido siempre, yo estoy seguro que él siempre ha sido una persona afable con sus compañeros, presto al consejo y te podría decir muchas características de bondad. No sé, luego a veces pueden pensar que lo admiro, pero yo vi una persona, un ser humano extraordinario en Rafael Caro Quintero, un ser humano que no he visto en sacerdotes, en presidentes municipales, que no he visto en gobernadores, que a veces nada más están chingando a la gente”.

“Y este señor, Caro Quintero, está señalado de todo lo que tú quieras; no sé su nivel académico donde esté, pero tiene una cultura de trato hacia las personas que muchos políticos deberían de aprenderle. Yo te puedo asegurar una cosa, el hombre es más proclive al amor, al compañerismo y al perdón que a la violencia, el odio y el rencor, de eso no me queda duda, yo en la cárcel vi a grandes delincuentes y vi a personas que iban acusadas de crímenes atrocísimos, pero tras la compurgación y perdonarse a sí mismos, eran personas increíbles, bien portadas, por lo que eso fortalece mi hipótesis de que el hombre es más proclive a perdonar y perdona más cuando se perdona a sí mismo.”

“Yo aprendí una frase de Joaquín Sabina en esa cárcel: El asesino sabe más de amor que el poeta, porque muchos que estaban ahí mataron por sentimientos de amor internos, no es cierto que el asesino sea malo ya de origen, de nacimiento; hay una cosa que desencadena su maldad.”

“En el caso del narcotráfico lo que lo provoca ha sido la pobreza, la marginación, el abandono, ha sido el no tener para dar de comer a los hijos, y eso es culpa de un sistema como el que tenemos y como el que fortaleció Felipe “El Enano” Calderón, cuando hace toda su faramalla y quiere borrar toda su ineptitud de gobierno y el fraude que lo llevó al poder, acusando a toda la gente de narcotráfico, por eso saca el ejército a la calle, para evitar una revuelta social.”

“Hoy lo que vemos en el narcotráfico no es más que gente pobre que no tuvo más forma de sacar adelante la familia que alquilándose como sicarios, ante la falta de oportunidades de educación, de trabajo. El sistema mexicano de gobierno no es acorde a los requerimientos del pueblo, el día que el gobierno empiece a abatir el rezago social, la pobreza, el desempleo, el narcotráfico dejará de ser una preocupación.”

Agrega que los llamados “niños problema”, los hiperactivos, son los que tienen la energía y la creatividad de hacer cosas, pero tenemos un sistema encargado de marginarlos, y si alguien les da dos mil pesos y una pistola ya tenemos un niño sicario.

“Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito, dijo “en la cárcel yo hice cosas que ni los animales hubieran hecho”. Y así como pude alimentarme con la comida tirada en el suelo, tuve también la capacidad de sacar este libro”, comenta Lemus Barajas.

“A veces la dimensión de este trabajo no se ve, porque no lo hizo un periodista de los grandes medios, de las grandes televisoras, porque tampoco van a caer ahí, “lo hizo un pinche periodista de pueblo”, y eso es también lo que a muchos les incomoda y han tratado de restarle importancia, porque no lo hicieron ellos”, concluyó el autor de Los Malditos.

 

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