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1467 10 Diciembre 2013

 

ANÁLISIS A FONDO
Dan izquierdistas coces contra el aguijón
Francisco Gómez Maza

Las manifestaciones, tomas de tribuna, sirven para nada
Al final de la jornada, los poderosos ni las ven ni las oyen

Ciudad de México.- En tiempos bíblicos, para hacer andar a los animales de tiro y dirigirlos se usaba un aguijón, o sea una vara larga que solía tener una punta de metal en un extremo. ¿Qué sucedía si el animal resistía tercamente los puyazos y golpeaba el aguijón? En vez de librarse de él, sólo conseguía hacerse más daño. Eso es, en lenguaje familiar en la actualidad, “dar coces contra el aguijón”, y es lo que están haciendo los partidos de izquierda en el Senado.

En una sociedad como la mexicana, apenas intentando colocarse en la etapa decadente del capitalismo (salvaje, lo califican algunos sin darse cuenta de que el capitalismo es salvaje desde su origen) no se hacen así las cosas. Se requiere una más brillante imaginación para oponerse a decisiones que podrían antojarse antipopulares, injustas.

La desdibujada izquierda mexicana está segura de que la reforma energética –cuyo dictamen ya fue aprobado por la mayoría senatorial, este lunes mismo– es mala para los mexicanos, porque permitirá que los extranjeros se adueñen de la llamada empresa de México, Petróleos Mexicanos. O mejor dicho, se la regale Peña Nieto y el Congreso.

Sin embargo, los de la izquierda, encabezados por la rama “radical” (?) de la izquierda (no estoy seguro de que sea eminentemente revolucionaria, porque sus dirigentes también han dado innumerables muestras de oportunismo) están usando las mismas tácticas de lucha que ya fracasaron desde que la memoria me lo recuerda.

Las manifestaciones callejeras, gritonas o en silencio; los bloqueos, los paros, la gritería, está probado, no conducen más que a la frustración de los millones de seguidores de los partidos de izquierda. No de los líderes, que estos siguen uncidos al presupuesto de las instituciones que envió al infierno el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador y que ahora reconoce porque está muy decidido a que el IFE, una de las instituciones mandadas por él al carajo, le otorgue el registro a Morena.

El tipo de tácticas empleadas actualmente por la izquierda en el senado son las mismas empleadas hace medio siglo. Ni siquiera concientizan a la gente. Es más, son contraproducentes. Los poderosos ni las ven ni las oyen. Y tan las cosas no se hacen así, que fracasó la toma de la tribuna, hoy en el Senado, por los senadores de “izquierda” Alejandro Encinas, Manuel Camacho Solís, Fernando Mayans, Iris Vianey Mendoza, Mario Delgado, Adán Augusto López, pastoreados por Dolores Padierna (algunos le apodan a ésta La Señora de las Ligas, por aquel bochornoso episodio de los billetes millonarios entregados por el empresario argentino Carlos Ahumada al PRD, en el que estuvo involucrado René Bejarano, su esposo, quien en el 2004, siendo asambleísta con licencia, fue desaforado por la Cámara de Diputados).

Los izquierdistas tomaron la tribuna del Senado para “parar” la aprobación de la reforma energética. Cuatro horas después la sesión de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, Energía y de Estudios Legislativos del Senado siguió adelante. La mayoría priísta y panista y los seguidores caninos aprobaron en lo general el dictamen y es muy posible que la hayan aprobado hasta en sus reservas durante la noche, para enviar el dictamen a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Esto puedo haber sucedido o no porque al momento de escribir esta nota apenas había reiniciado la reunión de las comisiones senatoriales y la cola de discursos era larga.

La bandeja de entrada de los correos electrónicos de Análisis a Fondo seguía siendo atiborrada por los envíos de la oficina de prensa del Senado con las aburridas intervenciones de los senadores de uno y otro bando y todo indicaba que el show legislativo podría concluir hasta altas horas de la madrugada del martes. Pero éste es otro cuento.

El cuento que nos ocupa, que no es de ninguna manera cualquiera de los cuentos que acostumbra contar mi paisano Laco Zepeda Ramos, el mejor cuentista de todos los tiempos chiapanecos y mexicanos, es la estrategia de los sedicentes izquierdistas, que a falta de imaginación siempre dan coces contra el aguijón, como aquel Saulo de Tarso, que perseguía a los cristianos, sin darse cuenta de que el cristianismo había llegado para quedarse y crecer como la espuma por los tiempos y los espacios de la humanidad.

Es lamentable que el oficialismo se imponga (no se juzga la bondad o maldad se las reformas) sin tomar en cuenta a todos los agentes de la economía y los opositores también son importantes agentes económicos.

fgomezmaza@analisisafondo.com
www.analisisafondo.com

 

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