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1540 21 Marzo 2014

 

HORIZONTE CIUDADANO
La mercancía humana
Rosa Esther Beltrán Enríquez

Saltillo.- Las actividades de defensa de los derechos de las y los migrantes no se detienen; esta semana 150 organizaciones civiles estuvieron en el Senado de la República, Belén Posada del Migrante entre ellas, para exigir la comparecencia ante el Senado del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plascencia Villanueva, por presuntas omisiones en la investigación de los casos de masacres contra migrantes.

El reclamo es unánime: la masacre de San Fernando, Tamaulipas sigue impune, a más de tres años no se ha hecho justicia por eso solicitan la comparecencia del presidente de la CNDH en la Cámara Alta para que explique por qué no ha investigado exhaustivamente los hechos e igualmente, exigen  que se abran nuevas investigaciones por otras ejecuciones y desapariciones.

El padre Pedro Pantoja expuso que la barbarie contra los migrantes se ha radicalizado porque ahora no sólo los roban y los despojan de todo lo que llevan; hoy se trata de exterminarlos, ahí está la masacre de las fosas de Tamaulipas con cerca de 200 cadáveres, las de Cadereyta con 49 y estos mutilados; pero además se han contabilizado 80 mil migrantes desaparecidos: México es el cementerio de los centroamericanos, dice.

Según la denuncia, la CNDH tuvo al menos ocho violaciones en el proceso de investigación de la masacre de San Fernando. El senador Alejandro Encinas (PRD) atendió a los denunciantes y se comprometió a pedir la comparecencia del presidente de la CNDH para que explique al senado cómo desarrolló su investigación de los migrantes asesinados en San Fernando, que abra una nueva investigación y detalle por qué esa institución emitió una recomendación parcial contra la que las organizaciones civiles antepusieron un amparo; además, la CNDH no esclareció ni deslindó responsabilidades violando con ello los derechos de las víctimas.

Recientemente, la Posada del migrante presentó el libro El Círculo, un hermoso texto que modestamente se presenta como “Apuntes de una migración”, pero es mucho más; y señala: la migración sigue siendo la única alternativa para cientos de miles de familias, no obstante los incontables riegos, los accidentes, la violencia, la impunidad y la persecución que la acompañan; la herida es honda, carne de cañón, mercancía, mano de obra relegada y exprimible, materia desechable, que como aves, emprenden el viaje hacia el norte.

Sus armas son la reciedumbre, la juventud, la entereza, el canto de las sirenas y el precio es el desarraigo, la posible muerte en el camino, la pérdida de identidad, la suma al esclavismo moderno, los cuerpos sin reconocer, la prestación de servicios como imprescindibles levantadores de cosechas, remitentes de remesas; ésa es la criminalización de la pobreza, la que los migrantes no generan.

En El Círculo, migrantes entrevistados exponen que emigran porque hay televisión, que si no vieran y vivieran en un mundo globalizado, no se darían cuenta de lo que les falta; “lo que vemos en la televisión, eso lo queremos para nuestros hijos, porque no queremos condenarlos a la subsistencia”.

Estados Unidos, a través de la propaganda del “american way of life”, y los estereotipos de la “tierra de la abundancia, el país de la igualdad de oportunidades y la libertad para triunfar con el esfuerzo y la determinación”, han sido el campo fértil para la expansión del imperialismo cultural a través de los medios de comunicación y cientos de millones de gentes creen que los Estados Unidos son el paladín y defensor de las libertades, la democracia y los derechos humanos, cuando la historia comprueba todo lo contrario.

En El Círculo se expone que, ante el bombardeo ideológico, es explicable que las poblaciones de Centroamérica  y nuestros paisanos, hambrientos y sin expectativas de mejoramiento en su bienestar social, decidan emigrar a ese norte idílico y prometedor.  

Hoy la migración significa un desafío y una oportunidad: estamos frente una población migrante económicamente activa, joven y valiente, que se sabe poseedora de derechos, por esfuerzo propio, tanto en su país de origen como en el de destino, estamos dando los primeros pasos en la construcción de una nueva cultura ciudadana, es tanto un desafío como un derecho.

 

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