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1766 2 Febrero 2015

 

 

MUROS Y PUENTES
El carrusel de republicanos
Raúl Caballero García

 

Dallas.- La nota la dio Mitt Romney esta mañana (viernes 30): se hizo a un lado en la competencia preliminar por la nominación del Partido Republicano para la Presidencia, y de inmediato se dieron los reacomodos en el tablero de las predicciones.

Romney se baja del carrusel republicano, y al hacerlo deja a Jeb Bush montado en la punta de un tiovivo al que se han subido –matices aparte– puros representantes de las fuerzas más conservadoras, esas que desde el extremo ejercen presión sin cortapisas para llevar las políticas más radicales hasta el Congreso, como lo han demostrado durante toda la Administración Obama.

Si bien y a las claras Bush se ha recorrido al centro, también de una innegable manera el Tea Party se ha hecho de la institución política, dejando en el último vagón del tren a todos los republicanos moderados, por eso a esta hora nadie sabe a ciencia cierta la distancia que el ex gobernador de Florida pondría entre su estrategia y la de la extrema derecha acuciada por ese movimiento.

Bush tiene detrás suyo a Randal Paul, senador por Kentucky y un representante del mencionado movimiento derechista; a Mike Huckabee, ex gobernador de Arkansas y pastor de congregaciones bautistas antes de ingresar al terreno de la política; a Chris Christie, gobernador de  Nueva Jersey que tal vez sea el que más guerra le dé a Bush; a Marco Rubio, senador de Florida que ha sido aupado por la extrema derecha y cuya destreza política es un tanto imprevisible.

Hay otros aspirantes que se quedan en la zaga como Ted Cruz y Rick Perry cuya nominación sería lo mejor que podría pasar para quienes están preocupados de que un republicano vaya a ganar la Casa Blanca, pues siendo un par con conductas tan aberrantes y temerarias, difícilmente le causarían preocupación a Hillary Clinton, la mujer que seguramente será la nominada demócrata.

Clinton viene en caballo de hacienda, de hecho apenas ayer (jueves 29) trascendió que aplazaría el lanzamiento de su campaña hasta julio -lo han anunciado para abril-, es decir que al no tener contrincante -salvo que dé la sorpresa Elizabeth Warren- la ex secretaria de Estado se puede dar el lujo de aplazar el desgaste que significa toda campaña política por más ligera que se presuma.

Así sin prisas, Clinton, después de las primarias llegaría a la Arena 2016 con más frescura que quien resulte su contrincante, pues éste va a tener que superar una competencia feroz y desgastante; la demócrata llegaría además con una estrategia más razonada y un presupuesto más que cuidado.

Ahora con Mitt Romney abajo del tiovivo, Jeb Bush proseguirá su periplo por el país recaudando fondos, como lo hace desde hace varias semanas pese a que su lanzamiento por la nominación no ha sido oficializado. Bush cuenta con un grupo de acción política (PAC) muy activo en dicha recaudación y en el impulso de su imagen. Se mueven bajo el lema Right to Rise (Derecho a Crecer) y esbozan que para avanzar nomás las políticas conservadoras.

Decíamos que el ex gobernador de Florida –un conservador moderado– se ha venido colocando en el centro del espectro político, cuidadosamente se ha alejado del extremo de la derecha y ahora sin Romney en el horizonte pronto se verá entre los empellones de quienes siguen aferrados al movimiento del Tea Party que, como hemos visto, en los últimos años se ha posesionado de los controles de presión en el Partido Republicano, dictando sus resoluciones y manteniendo una férrea oposición al presidente Barack Obama por “socialista”, pero también, en buena medida –tengo para mí, como muchos observadores–, por el color de su piel.

En fin ahí dejamos dando vueltas ese carrusel. Ya iremos viendo quién se cae, quién se sostiene y al final quién se queda arriba como ganador de la nominación. Por lo pronto Bush tiene ventaja por la posición en que lo han señalado las encuestas recientes; pero estos son momentos no de votos sino de amarrar respaldos económicos, donadores para solventar las campañas, de ahí que las preguntas que de entrada deja la salida de Romney, son si éste le dará su espaldarazo a Bush, si Bush puede hacerse de los donadores de Romney y si podrá mantener el lugar que lo tiene en la delantera.

Escritor y periodista regiomontano, es director editorial de La Estrella en Casa y La Estrella Digital en Dallas/Fort Worth, Texas. E-Mail: rcaballero@diariolaestrella.com Twiter: @raulcaballero52.

 

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