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1850 29 Mayo 2015

 

 

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Nuevo gobierno en el Reino Unido
Edilberto Cervantes Galván

 

Monterrey.- El nuevo gobierno conservador en el Reino Unido acaba de fijar lo que serán sus objetivos de política. De acuerdo con el protocolo y la tradición fue la propia Reina la que en el Parlamento dio lectura a las denominadas prioridades legislativas. Se trata de asuntos de verdadera trascendencia.

El primer tema es el de convocar a un referéndum para decidir sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Desde siempre los ingleses han sido recelosos del proceso de integración europeo.

Independientemente del resultado que tenga el referéndum, el hecho en sí mismo y el debate que se generará pondrán en tela de juicio los beneficios y bondades de la comunidad europea. No es un buen momento para la Unión Europea: la crisis económica es general y las deudas de griegos, españoles e italianos, muestran debilidades en los mecanismos de regulación y control.

El segundo tema es igualmente importante: el marco jurídico de los derechos humanos y la decisión de posponer la derogación de una legislación introducida por los laboristas en 1998 que trasladó a la legislación británica la Convención Europea de los Derechos Humanos. Los conservadores plantean derogarla y remplazarla por una carta de derechos británica.

Llama la atención el anuncio de la denominada “modernización” de las leyes de vigilancia de las comunicaciones digitales. Se trata de ampliar los poderes del gobierno, a través de la policía y los servicios secretos, para no sólo rastrear la actividad en Internet y en redes sociales de los ciudadanos sino que se permitirá la intercepción masiva del contenido de dichas comunicaciones.
Entre las 26 medidas anunciadas por la Reina, hay tres bloques legislativos encaminados a impulsar la descentralización de la Administración británica. El Gobierno introducirá en el Parlamento legislación para reintegrar más poderes a Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Esto responde a las demandas  por  autonomía, que en el caso escocés llegaron hasta la celebración de un plebiscito. También las grandes ciudades, empezando por Manchester, tendrán más competencias siempre, que decidan incorporar la figura de un alcalde electo. 

Un cambio fundamental en el funcionamiento del Parlamento se propone asegurar  que las decisiones que afecten a Inglaterra se puedan tomar sólo con el consentimiento de la mayoría de los diputados que representen a los territorios de este país. Este es un cambio de trascendencia si se toma en cuenta que los nacionalistas escoceses son ahora la tercera fuerza en el Parlamento con 56 diputados. Algo así como Inglaterra para los ingleses.

En materia de política económica, el nuevo gobierno cumplirá con la oferta electoral de prohibir por ley el aumento de impuestos durante los próximos cinco años. Junto con la promesa de un plan para asegurar estabilidad y seguridad a largo plazo.

De refilón y para debilitar al Partido Laborista se establecerán más obstáculos a la convocatoria de huelgas en el sector público. De manera directa se busca debilitar a los sindicatos al modificar la manera en que se financian; los afiliados no pagarán sus cuotas sindicales de manera automática, sino que tendrán que expresar su voluntad de pagarlas. 

Lo que trasluce esta agenda legislativa es la necesidad de fortalecer mecanismos de gobernabilidad y dar su lugar a los nacionalismos al interior del reino. Es un enfoque desde la perspectiva conservadora, sin duda alguna.

El control de los contenidos de las redes está en la mejor línea orwelliana.

 

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