¡37 mil votos desaparecidos!
Lupita Rodríguez Martínez
Monterrey.- Desde su creación, el Partido del Trabajo nació como un partido político del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. El sello del PT, que lo distingue desde mucho antes de ser partido, es trabajar por las necesidades y las esperanzas del pueblo e impulsar su movilización hasta transformar nuestra realidad social, económica y política.
Desde 1990, fecha en que contendió por vez primera, el PT ha dejado constancia de su lucha por defender e impulsar las demandas de las mujeres y de los hombres trabajadores, obreros, campesinos, profesionistas, maestros, estudiantes, amas de casa, clases medias y empresarios nacionalistas.
El PT no aspira al poder por el poder mismo. La lucha del PT es por un Proyecto Alternativo de Nación, para poner la salud, la educación, la vivienda, el empleo y la seguridad al servicio de la infancia, de las mujeres, de los jóvenes, de los adultos mayores, de los campesinos y de los indígenas, así como a favor del medio ambiente y del desarrollo sustentable.
Quizá por ello, el bloque derechista dominante del sistema político nacional pretende desaparecer del mapa electoral a la oposición de izquierda. Frente a tal asechanza les decimos que nuestra ideología no va a cambiar.
La visión monárquica del bloque derechista es debilitar el incipiente sistema plural de partidos, a través de aumentar el porcentaje mínimo (del 2 al 3 por ciento) para mantener el registro electoral nacional. Sin embargo, nuestra sociedad mexicana es pluriétnica y es multicultural, por lo que ideológica y políticamente cada quien es libre de pensar como mejor le acomode y de participar donde más le convenga.
No extraña que las ‘plumas’ al servicio de la derecha lancen feroces críticas contra el PT, que editorialistas como Armando Fuentes Aguirre ‘Catón’ y Andrés Clariond Rangel sean sus voces y hablen por hablar, sin conocimiento alguno o investigación superficial sobre los 42 años de lucha del movimiento urbano-popular “Tierra y Libertad” que, con partido y sin partido, ha impulsado el desarrollo social y lo ha utilizado como instrumento para impulsar el bienestar de las familias y el progreso de sus comunidades.
Desde esta columna refutamos a ‘Catón’ y a Clariond. Los invitamos a que se asomen a ver lo que nuestro movimiento ha detonado desde 1971: la creación de políticas e instituciones para solucionar al reclamo de suelo urbano y vivienda digna; la regularización de predios en un 80% y la introducción de servicios básicos; la toma de decisiones sobre la base de una democracia participativa; las demandas y necesidades de mujeres y jóvenes; la fundación de más de 150 planteles educativos desde educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, las Escuelas de Artes y Oficios, la Preparatoria Técnica y la Universidad Nuevoleonesa Emiliano Zapata.
Sus resultados son visibles y palpables: más de cinco mil menores atendidos en los Cendis, la Preparatoria estatal con mayor alumnado (nueve mil estudiantes), la Universidad con once carreras y toda una labor de compromiso para romper el círculo vicioso de la pobreza y sembrar futuro en miles de niñas y niños, así como impulsar el desarrollo humano y la formación de capital intelectual en donde la adversidad social es dominante. Consecuentemente luchamos por los que menos tienen y a eso se agregan otros muchos beneficios y gestiones para alcanzar mejores niveles de desarrollo humano, social y económico en todo el país.
El PT tiene aún el registro y va a salir adelante con trabajo, entrega e inteligencia de la militancia y la dirigencia peteísta. Durante siete elecciones se ha superado el umbral del porcentaje mínimo y en estos comicios se va a lograr el 3 por ciento para participar en la Cámara de Diputados.
Existe la convicción de que el Tribunal Electoral resuelva a favor más de 150 impugnaciones por anomalías, inconsistencias y corrija la falla del INE, que el lunes 8 de junio a las 20:10 horas cerró el conteo preliminar con el 98.63% de las casillas computadas, con una votación para el PT de 1,053,085 votos, equivalente al 2.87%, con lo que alcanzaba el 3.03% de la votación válida emitida. Pero, el jueves 11 a las 2:30 horas el sistema “se cayó” al llevar el 91.40% del recuento, cuando se registraba 1,033,501 votos para el PT, pero al reaparecer las cifras media hora después, el PT sumaba 996,454 votos; es decir ¡37,037 votos menos! resultando el 2.99%
La bandera roja del Partido del Trabajo va a seguir ondeando no sólo en Nuevo León, sino a lo largo y ancho de todo México.
