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1961 2 Noviembre 2015

 

 

Claves de historia económica
Alejandro Heredia

 

Monterrey.- Se dice que la historia económica proporciona herramientas de análisis sobre los problemas económicos pasados, con el fin de afrontar los desafíos del presente y del porvenir.

Datos y circunstancias, que dibujan el paisaje de las potencialidades y las limitaciones ancestrales de la economía mexicana, constituyen una exploración inicial a las causas del desarrollo económico, la desigualdad y la manera como se ha conformado la riqueza.

En atención a tal necesidad, el libro coordinado por Graciela Márquez describe una serie de momentos capitales de la economía novohispana, en un primer momento (Carlos Marichal); para luego reflexionar sobre el desempeño económico después de la independencia y los años de formación de la república (Luis Jáuregui).

Igualmente se toca el auge económico y la modernización que trajo consigo el porfiriato la cual se extendió hasta la segunda guerra mundial (Aurora Gómez Galvarriato); el periodo del llamado desarrollo estabilizador (milagro mexicano) cuando el furor de la sustitución de las importaciones; para desembocar en los aciagos años de las crisis recurrentes que han venido empobreciendo a la mayoría y enriqueciendo a una minoría.

Este sobrevuelo sobre determinados momentos de la historia económica mexicana son la evidencia plena del sistemático desbarajuste que la administración pública, o mejor dicho, los administradores públicos han perpetrado con las finanzas y el apoyo a las actividades productivas.

Como botón de muestra podemos citar al asunto de las famosas alcabalas, las cuales eran impuestos interestatales, es decir, entre Estado y Estado, las cuales eran aplicadas a las mercancías que se desplazaban por sus fronteras. Éstas fueron prohibidas por la Constitución de 1857, pero hasta finales de los años setenta del siglo XIX pudieron ser erradicadas por completo, esto se debió a que tales impuestos eran ingresos de fácil disposición para los gobiernos de los Estados. Conforme las finanzas públicas se fueron consolidando, vía la inversión extranjera, este tipo de gravámenes pudieron abandonarse fácilmente.

Lo anterior nos habla que a lo largo de la historia, los predicamentos de las políticas impositivas se han presentado constantemente, así como las alternativas para el desarrollo industrial, y en general, el fomento a las actividades productivas. Durante el virreinato, la minería y la agricultura desempeñaban el motor de la economía nacional; durante el periodo del llamado desarrollo estabilizador, las manufacturas constituyeron una dínamo del modelo de sustitución de importaciones; para después la extracción de petróleo y el predominio del sector servicios y el maquilador.

Todo ello nos mueve a pensar, que después de las experiencias narradas en el libro coordinado por la doctora Márquez, el país ha venido resistiendo a un modelo rentista y acumulador, el cual se ha perpetuado en el sistema neoliberal, ubicándonos en el último lugar de Latinoamérica en lo concerniente a la relación capital ingreso.

* Graciela Márquez (Coord.)(2014), Claves de la historia económica de México, Fondo de Cultura Económica, 236 págs.

 

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