DISPARATES
Succionadas
Armando Hugo Ortiz

 

Monterrey.- La esperanza de vida para los mexicanos es de 74 años siete meses, según estudio de la OCDE; para no variar, el más bajo en los países de esta organización.

Se menciona como algunas de las causas la obesidad y el sobrepeso.

La ciencia médica elaboró tablas de valores para determinar en cuál rango te ubicas: si eres gordito simpático, de esos que la moda actual llama  “fofisano” (panza cervecera), o un gordo asqueroso.

Con estatura superior puedes mimetizar las lonjas, pero enano y rechoncho no, tu gordura se percibe a leguas. Es más sencillo brincar que darte la vuelta.

El vulgo mexicano tiene otros indicadores: perteneces al team porcino si no te puedes abrochar las cintas de los zapatos, o cortar las uñas de los pies.

Si la memoria no me falla, Carlos Fuentes escribió que obesidad es cuando ya no te puedes ver el miembro, a no ser con el espejo.

Según el Informe, uno de cada tres mexicanos trae(mos) sobredosis de sebo entre las carnes y flujo sanguíneo, con el riesgo de no llegar ni a los cincuenta años de edad.

Hace algunas décadas, un método drástico contra la gordura era eliminar con bisturí las capas de lonja, pero arrasa la piel y deja cicatrices. Hoy se utiliza la liposucción.

Urge que el gobierno, en vez de gastar millonadas en neurólogos patito, para descerebrar aún más a los mexicanos, las invierta en una campaña para abatir la obesidad de tajo.

 

Nada más convincente que predicar con el ejemplo, y nadie mejor en el gabinete que Agustín Casterns, director del Banco de México.

Nadie sabe su peso, pero se calcula que anda por el cuarto de tonelada.

Imagina una liposucción en vivo. Deja tú el impacto mediático, calcula los tambos de manteca que se llenarán.  

a_hugo16@hotmail.com