MALDITOS HIPSTERS
Mangas para una feria de libro sin mangas
Luis Valdez
Monterrey.- El embajador de Japón en México es especialista en mangas y así aprovecharon para programarle una conferencia. Una feria de libro con puertas abiertas a los otakus y criaturas derivadas.
Una feria de libro puede ser muchas cosas: una juguetería, una kermese de botanas, churros, quesos y dulces regionales, una feria de talleres infantiles, un restaurantote, un foro con caja trasera de tráiler auspiciada por Conarte, o una convención de cultura japonesa. Ah, y también puede ser una feria de libro.
Una feria de libro donde César Lozano sea el autor local más aplaudido, donde pases frente al stand de Font y veas a los autores de la ciudad de pie y gritando como pastores de iglesia cristiana, donde los escritores independientes monten una sala para asesorarte, o los editores independientes (¿no se supone que la mayoría son editoriales independientes?) tengan un pequeño stand propio justo al lado, sospechosamente, de la Regia Cartonera.
Una feria de libro es para que la gente busque obsesivamente libros clásicos (Mujercitas, El principito, Orgullo y prejuicio, Frankenstein) que por ser libre de derechos ya los consigues gratis en internet (aunque algunas editoriales chafas te las vendan a precio de papel periódico).
Una feria de libro también es una feria de la lectura de sagas. Los juegos del hambre, Hush, After, Percy Jackson, y hasta sagas mexicanas. ¿Es literatura? ¿Los autores de este tipo de literatura leen o saben lo que es literatura clásica o contemporánea? ¡Vaya usted a saber!
Una feria de libro es lecturas de autores locales, ya sea en una sala fuera de la misma feria o en un sillón verde que está en una esquina. También un ciclo de letras y performance con buena, mala y títeres que hablan de libros.
¿La feria de libro es un buen lugar para ligar o tener sexo en los baños? No lo creo.
¿La feria de libro está cerca de moteles donde haya condón y pastillas en un buró? Tampoco lo creo (aunque cuentan las leyendas que hay unos masajes turcos –no practicados por turcas ni turcos– a un par de calles).
¿Para qué sirve una feria de libro en Monterrey? Para vender, aunque cada años dos o tres editoriales se coman a las demás y tengan stands más grandes y arrinconen a editoriales como Alianza en cuatro charolas.
ERA no vende mucho. Siruela no vende mucho. Siglo XXI no vende mucho. Por supuesto que UNAM, FCE y Conaculta (qué bonitas artesanías venden en su puesto de tiliches) tampoco venden mucho.
¿Entonces de qué se trata?
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