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1966 9 Noviembre 2015

 

 

Sátrapas autóctonos
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- Sí, pecamos de ingenuos. Pero nuestros sátrapas autóctonos viven de espaldas a la realidad dentro de una burbuja de tonterías. Naturalmente que, en sus tres niveles, los gobiernos emanados del PRI le dan dinero nuestro a su partido.

Y no sólo eso: ponen al servicio del tricolor personal que supuestamente está dedicado al servicio público; vehículos para los acarreados y todo lo que es la infraestructura del aparato gubernamental. Esto no es nuevo, ni mucho menos. Quizás se nota más en épocas electorales, pero la travesura ya era vieja cuando Calles fundó el tricolor.

 No tengo idea acerca de cuántos millones de pesos tiró a la basura el medinato en su esfuerzo por instalar a la grupera Ivonne Álvarez en el palacio de cantera. Según esto, Limón Publicistas le tomó la medida a Rodrigo, hijo del exgobernador Humberto, y lo exprimió, ya que de cítricos hablamos, como si fuera naranja de Montemorelos.

Estos señores serán buenos para preparar limonadas, pero de estrategia propagandística saben menos de lo que yo sé de astrofísica. Montaron la campaña sobre la más endeble de las bases.

Para darle músculo a Ivonne nos pretendieron vender la imagen de un Rodriguito con capacidad de liderato. Y de gran visión, además. Un Moisés tercermundista arropa a Álvarez. Rod es un caudillo que nos dio paz social, prosperidad y, ya entrados en gastos, incluyó la felicidad en su canasta de regalo a todos y cada uno de los hogares de Nuevo León.

¡Señor de los Tres Clavos¡ Para que sean efectivas, tanto la propaganda política como la publicidad comercial deben contener por lo menos un adarme de verdad. Y en la orgía de discursos huecos e imágenes más aburridas que un ostión, lo único que lograron los citrones fue encabronar a nuestra gente que a duras penas lograba sobrevivir a esa venenosa combinación de incompetencia y asalto en poblado y despoblado que fue el sexenio de los Medina.

¿Creían que íbamos a aceptar como grandes conductores de pueblos a papá Humberto y su hijo? Sí, Monterrey es la cuna del PUP: por algo será. Pero no la jodan. Al salir a la calle no sabíamos qué era más peligroso: si topar con uno de los Medina o caer en las garras de la policía.

Atila, de estar vivo, se pondría verde de envidia ante la capacidad de cinismo y latrocinio de esta familia de campesinos felices.

Pie de página
El Bronco le asestó un merecido coscorrón al jefe de la policía estatal, general Cuauhtémoc Antúnez. El Norte publicó ayer que, en abierta manifestación de irrespeto y desacato, el militar, sin consultar ni nada que remotamente parezca como tal, simple y sencillamente pretendió por sus pistolas volver a imponer la censura en la información relacionada con el área de seguridad pública. Rodríguez Calderón reaccionó bien y tiró la mordaza a la basura. ¿Por qué será que los comandantes castrenses todavía se resisten a reconocer que, por mandato constitucional, los gobernantes civiles son sus jefes?  

hugo1857@outlook.com

 

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