Frente electoral sin ciudadanos en Hidalgo
Pablo Vargas González
Pachuca.- En el avance que ya lleva la precampaña electoral en el estado de Hidalgo, los grandes partidos están configurado la posibilidad de frentes y coaliciones, pero donde está ausente el proyecto político o la agenda de propuestas.
Una vez más en Hidalgo lo que importa es el candidato(a) y no la posibilidad de cambios que urgen en la entidad.
En 2010 fue la elección más competida en la historia política de la entidad, y a veces tenemos una flaca memoria y se nos olvidan los resultados. Por primera ocasión en la competencia se enfrentaron dos fuertes coaliciones con un alto grado de polarización política y alternatividad. Sin embargo, la persistencia de reglas electorales insuficientes y limitadas (control de los organismos electorales, control de los medios de comunicación, utilización de recursos gubernamentales, entre otros) fueron definitorios en los resultados e impidieron la equidad entre competidores y en el ejercicio del voto libre y secreto.
Lo interesante fueron las dos coaliciones participantes y tampoco habría que olvidar como se construyeron con renuncias, omisiones, cooptaciones y deserciones por no utilizar el término efectivo de traiciones. El PAN y el PRD junto con MC y PT formaron la alianza “Hidalgo nos une” y por su parte el PRI junto con sus aliados del PANAL formaron la coalición “Unidos contigo”. Xóchitl Gálvez encabezó la primera y Francisco Olvera Ruiz la otra. La diferencia fue increíblemente de menos del 5%.
La agenda de gobierno fue secundaria, no se puso atención en los proyectos políticos de las coaliciones, lo que se trataba era posicionar las personalidades y las marcas partidarias. A pesar de que hubo polarización electoral y no hubo una tercera fuerza alternativa, el abstencionismo fue alto (52%). Solo importo a los partidos llevar votos y clientes a las urnas.
En este momento, tampoco se está poniendo atención a las propuestas. Los partidos se están enfocando en los candidatos. Y si, lo digo en términos masculinos puesto que en el PRI predominan los varones, quienes son los que llevan la delantera en gastos y encuestas; pero en la oposición también no hay nombres de mujeres ni en la “izquierda” ni en la derecha, la paridad de género va tardar en esta entidad de cultura autoritaria y machista.
Los partidos tienen que registrar en diciembre de 2015 sus “plataformas” partidarias pero está ausente un debate sobre la problemática de la entidad, sobre los grandes problemas socioeconómicos, políticos y culturales. Por mucho, algunos si es que lo hacen, convocarán a sus sectores corporativizados y presentarán listados de temas.
La consulta ciudadana en Hidalgo no es un valor, no importa a las autoridades consultar ni programas ni mucho menos decisiones. Todo se impone. La voz de la sociedad no alcanza en Hidalgo a constituir el “vox populi, vox dei”. Solo las autoridades tienen la verdad histórica y jurídica. En el viejo paternalismo que se vive en el siglo XXI solo los funcionarios saben lo que quieren los ciudadanos.
En la oposición no están lejos de estás viejas prácticas. Solo que los liderazgos fantasmales y moribundos aparecen en estas épocas para ver que pescan. E inclusive se atreven a manejar slogans como “transición” “democracia” que nunca practicaron en uno u otro partido, de derecha o “izquierda” en los que han lucrado, como si los electores no tuvieran memoria.
El factor tiempo, de las tiranías de las fechas electorales está presionando para que no haya una discusión entre partidos sobre los grandes problemas de Hidalgo, que en todo el siglo XX y principios del XXI no se han podido combatir. Es necesario que la sociedad civil, las organizaciones populares y los sectores sociales entren a discutir, conocer y conformar una agenda ciudadana que impulse los cambios que la sociedad requiere. En esto hay tiempo suficiente.
