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2012 12 Enero 2016

 

 

Reflexión sobre el chapazo
Samuel Schmidt

 

Ciudad Juárez.- Mucha tinta ha corrido sobre El Chapo y lo que implica para el gobierno. El gobierno ha enfrentado el tema como prioridad fundamental, al grado que el jefe del poder ejecutivo se encargó de dar la noticia de su detención. Alguien ha llegado a hablar exageradamente de dos presidentes.

El gobierno parece sufrir esa necesidad de un niño que requiere de comentarios positivos para aumentar su auto estima, lo que equivale al sufrimiento que les debe dar los resultados de las encuestas de aprobación.

El gobierno tiene bien ganada esa condición de privación de apoyo o simpatía, por un lado un presidente con una cultura deficiente, desconocimiento de la geografía nacional y manejos muy torpes sobre las acusaciones de corrupción, tal vez la Casa Blanca sea el ejemplo más acabado, y sobre esto también han corrido ríos de tinta.

El gobierno siente la necesidad de realizar operaciones de limpieza de imagen constantes, porque hasta las cosas que hace bien parecen malas. En la detención de El Chapo la Marina anunció que respondió a una denuncia anónima de alguien que vio gente armada en una casa; después el gobierno insiste en que hubo una gran operación de inteligencia, las fuerzas nacionales se visitieron de gloria; ¿cuál de las versiones es la buena? Aquí hay dudas: los que hacen anuncios del gobierno se aceleran para ganar méritos; ¿hay competencia burocrática que nubla todos los esfuerzos del gobierno?

En la escena de la detención se aparecieron agentes estadounidenses. ¿Qué hacían en Los Mochis?; ¿están desplegados en el territorio nacional, o monitorean las balaceras para llegar rápido, o están incrustados en las fuerzas armadas y de la Marina para auxiliarlos en los operativos anti narco? Está muy bien que se coopere con Estados Unidos, por eso conviene que se haga público el nivel de la cooperación y no se trate de ocultar lo que tarde o temprano sale a la luz pública restandole credibilidad al gobierno. Se detuvo por cooperación con EUA, o es trabajo de inteligencia autónomo. ¿Cuál creemos?

Esto mismo tiene que ver con la solicitud de extradicción que hizo Estados Unidos para enviarle al criminal. Para el bien del país tal vez sea mejor enviarlo y que el gobierno asuma el costo político al reconocer que es mejor deshacerse de un criminal que ha vulnerado la credibilidad del sistema carcelario, aunque no es el único que lo ha hecho. El gobierno dice que lo manda aunque sea un ratito. ¿Qué tanto es tantito?

El gobierno es muy dado a buscar chivos expiatorios para tapar sus fallas y deficiencias. ¿Intentarán hacerlo con Kate del Castillo? Es interesante saber de qué la acusarán. ¿Culpable de entrevistar a un criminal? Lo mismo hizo Scherer y no se atrevieron a decirle nada.

Si se trata de sancionar a todos los artistas que han trabajado para el narco, tienen una lista larga, ¿por quién van a empezar?; ¿sancionarán a todos las empresas que hacen negocio con los narcos, por ejemplo las automotoras, los bancos, las empresas electrónicas, médicos, hospitales, etcétera? A juzgar por el tremendo impacto que tiene el mundo del crimen sobre la economía, son muchos los que están involucrados y se benefician.

No podemos dejar fuera al crimen autorizado, o sea a la conexión entre funcionarios del estado con los criminales. Hay que empezar por ver si sancionarán a los que fallaron en asegurar que no escapará de una cárcel de alta seguridad, y seguir con policías que trabajan para algún cártel o trabajan como cártel, a los que son empleados de los criminales y seguir con los jueces que aseguran protección judicial y que permite que un 80% aproximado de los detenidos sean liberados; seguir con los funcionarios de todos los niveles de gobierno que han vendido las plazas; no se puede dejar fuera a los políticos que recibieron ayuda para sus campañas electorales y que gracias al fuero auxiliaron a los criminales.

Si es verdad que el crimen organizado impuso una ley de plata o plomo, debemos sospechar que alrededor de un 30% de los municipios totales que están influidos por el crimen, algunos de sus funcionarios están coludidos, porque de otra manera deberían estar muertos. Van 100 alcaldes asesinados, número muy bajo para el tamaño del problema.

Ahora que se negocia con criminales, convendría hacer un arreglo para reducirle a El Chapo la sentencia por cada nombre de las empresas y empresarios que le lavaron dinero como lo reconoce en la entrevista que le dio a Sean Penn.

El gobierno debe entender que los comentarios positivos sobre El Chapo son una metáfora para marcar el profundo rechazo contra él, y México todavía es un país donde la gente tiene miedo de hablar abiertamente sobre lo que piensa.

 

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