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2016 15 Enero 2016

 

 

Suspenso en la Casa Medina
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- La Casa Medina debe estar muy asustada. El arresto de Humberto Moreira es, para nosotros, un rayito de esperanza, como dice AMLO, en tanto que, para la familia de ejidatarios, es una amenaza.

Si el hombre que fue gobernador de Coahuila está ahora en una prisión madrileña, ¿qué garantías tienen los jaques que desvalijaron a Nuevo León de que no amanecerán un día de éstos en un reclusorio de Texas? Hasta en Mongolia saben que, espero que sea más pronto que tarde, los texanos les van a cobrar la factura a los Medina por una que otra desaliñada operación financiera que realizaron en aquellas tierras.

Naturalmente que el encarcelamiento de HM es un acto de elemental justicia y aplaudimos la acción rápida y fulminante de las autoridades de la Madre Patria. Pero, al tiempo, uno siente vergüenza, mucha vergüenza de que necesiten intervenir jueces de otras naciones para castigar a quienes delinquen en México.

Los hermanitos Moreira actuaron con prepotencia e impunidad durante largos años, sabedores de que en el cuerno de la abundancia nadie les iba a pedir rendición de cuentas. La aprehensión de HM deja muy mal parado al Poder Judicial de México. Este pobre país es el hazmerreír del mundo y motivo de bochorno para los mexicanos y personas de otras naciones quienes aman a nuestra patria. Saltamos de un escándalo a otro.

Ahora resulta que el chapo ya se había escapado de los marinos y fue, por una de esas cosas de la vida, como dice la canción, que lo detuvieron dos agentes de Tránsito, no se sabe si por circular en la carretera a exceso de velocidad o –lo que me parece improbable, porque la ineficacia de la burocracia mexicana alcanza rango de dogma– por transportarse en un auto con reporte de robo.

El aplauso a Peña Nieto fue, probablemente, el más breve de la Historia. Al alboroto del convivio con Kate y Sean siguió la confirmación de que estos actores no fueron los únicos que brindaron con el de Badiraguato. Había una especie de peregrinación al “escondite” –je je– del chapo por parte de gente del espectáculo, el deporte y vaya usted a saber de qué otros gremios.

Todo el planeta sabía dónde estaba “oculto” el hombre más buscado de México. Todo el mundo, menos el gobierno.

Pero, perdón: quería comentar lo de Moreira y me salí del tema. En fin: no sé si México es la serie completa de Juego de Tronos, un par de capítulos de El Señor de los Cielos, o una película hecha al alimón por Juan Orol y Ed Wood.

Vivimos, como escribió don Pepe Alvarado, entre el dolor y la esperanza.

Pie de página
Unos delincuentes cibernéticos me robaron la lista de contactos y, seguramente, dirigirán urbi et orbi mensajes en mi nombre en demanda de ayuda económica. Si le llega un correo con esa petición, pfvr. deséchelo. Es la segunda vez que me pasa. Forma parte de los encantos del analfabetismo computacional. Ya me hachearon. Lo volverán a hacer.

hugo1857@outlook.com

 

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