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2042 23 Febrero 2016

 

 

Espacios de soledad en Palacio
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- Rogelio Benavides salió por la puerta principal del palacio de cantera protegido por el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón. No fue destituido: se le trató no con justicia, pero sí con mucha clemencia. Renuncie; no lo despedimos: simplemente aceptamos, con profundo pesar, su dimisión. Crimen perfecto de una imperfecta administración.

Ni los mejores amigos de RC podrán decir que manejó la crisis con inteligencia y sensibilidad política. Sin disimular la furia que le despertó la reacción de la sociedad, el bronco sostuvo a Benavides durante doce días de tormenta. Bueno, se puede decir que el jefe de la gobernanza puso en juego hasta los calzones en el afán de brindarle amparo al tal Rogelio Benavides. De paso, el ex edil de García rompió relaciones con El Norte y le declaró la guerra. Todo esto para, finalmente, pedirle al comprador de frazadas que le hiciera la gracia de firmar la carta de dejación.

Lo de Benavides no fue un simple error administrativo: lo que hizo constituye un delito que, para variar, se quedará sin castigo. El jinete se queda sin caballo. Alrededor del Ejecutivo se crean enormes espacios de soledad. El bronco ya no tiene nada que ofrecer. Salió igual o peor que los Medina. Preside un gobierno fallido.

Al cobijagate le siguió la carnicería del Topo Chico. En menos de una semana, dos escándalos que le cerrarían las puertas del optimismo y la esperanza a otro pueblo que no tenga la resiliencia de los nuevoleoneses.

Y ahora, qué sigue. Esperar la escandalera que se presentará antes de muchas lunas. ¿Habrá una cada ocho días? Más que posible, es probable. El bronco nunca fue un político –de algún modo hay que llamarlo– “independiente”. Él es apartidista, cosa que es muy diferente.

Está bien: es bueno y sano romper las cadenas que nos imponen los partidos políticos. El fracaso del hombre de Galeana es local. No existe motivo alguno para manchar a candidatos que en otros estados serán postulados no por el PRI ni por el PAN ni por el PRD, sino por la sociedad. Nuevo León seguirá su camino. Tenemos vocación de sobrevivientes y hace rato aprendimos a pagar el precio de nuestros errores. Sucia, ojerosa y descangayada, como dice el tango, la entidad reencontrará su senda.

Nadie nos dijo que la democracia es un regalo del Gran Arquitecto del Universo.

hugo1857@outlook.com

 

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