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2073 6 Abril 2016

 

 

Luchadores exóticos
Eligio Coronado

 

Monterrey.- La lucha libre es un reflejo de la sociedad. Allí están representados los buenos (limpios, técnicos), los malos (rudos, villanos, sanguinarios), los enigmáticos (enmascarados), los justicieros (réferis), las amazonas (mujeres luchadoras), los héroes, los payasos, los gigantes de corazón (enanitos) y los miembros del tercer sexo: los exóticos.

Cabe aclarar que no todos los integrantes de este bando son homosexuales. Se trata de personificar con dignidad, respeto y valentía a este sector tan vilipendiado. Y es por eso que en Lentejuelas y sangre*, el periodista Fernando Cavazos Torres (Monterrey, N.L., 1957) nos comparte la historia de veinticuatro de estos peculiares gladiadores: “(Jorge el Hermoso) Su presentación causaba furor (…): una bata roja femenina muy cara, cabello rubio platinado perfectamente peinado, un anillo de brillantes en cada dedo de las manos. Y con valet que lo acicalaba. Todo el ring era desinfectado y perfumado antes del combate” (p. 10), “Ruddy (Reyna) revoluciona el género al cual dota de vestimentas descaradamente femeninas; besa a los rivales, causa gracia en sus combates” (p. 21), “El Bello Greco y Sergio el Hermoso (…) se presentan con atuendos de colores brillantes, femeninos, negligés y corsés, camisones transparentes, maquillados y obsequian besos al público… masculino” (p. 21).

El peor enemigo de estos atletas no es el rival en turno, sino la homofobia, ese odio exacerbado que nace en la entrañas del machismo: “(Diva Salvaje) Odia la doble moral de mucha gente y de fanáticos religiosos. Expresa no estar de acuerdo en lo que la gente piense de él, pero defenderá hasta la muerte su derecho a ser quien es y cómo quiere ser” (p. 98), “Respecto a los homofóbicos (Polvo de Estrellas) es de la opinión que ellos son personas que no están preparadas mentalmente para ver la felicidad en la cara de los demás” (p. 91), “Si a muchos no les agradamos los homosexuales o la gente de preferencias sexuales diferentes, pues simplemente que nos ignoren, vivimos en una humanidad deshumanizada” (Mamba, p. 149).

El primer luchador exótico en nuestro país fue Georgus George (Jorge el Hermoso), norteamericano que llega en la década de los 40. Pronto surgiría   el primer exótico en Nuevo León: Rosa Blanca (Jesús Saucedo Saravia), nacido en Nueva Rosita, Coah., en 1921, y que aún vive. Desde entonces la nómina perfumada  ha generado múltiples figuras: Gardenia Davis (también norteamericano), Bello Califa, Lalo el Exótico, El Bello Willie, Rubí Ruvalcaba, Babe Sharon, Pimpinela Escarlata, May Flower, Pasión Kristal, Rubí Gardenia, Gardenia Azteca, Bello Guerrero, Orquídea Negra, Sexy Piscis, Rosa Salvaje, Butterfly, Estrella Divina, etc., y las parejas: La Ola Lila, Las Vaquitas, y los tríos: Las Hijas de don Simón, El Macho y sus Hembras, Las Night Queens, et al.

Y como prueba de que estos luchadores exóticos son excelentes atletas y no simples figurines del espectáculo, algunos de ellos ya han sido campeones: Cassandro ha ganado tres campeonatos: “Campeonato Mundial de Peso Welter de la NWA, Campeonato Mundial Ligero de la UWA y Campeonato Welter Chikara” (Fuente: Wikipedia), Diva Salvaje ganó “un campeonato al exótico más renombrado de Panamá de nombre Two Faces” (p. 96), Polvo de Estrellas ostentó (hacia 1995) “el título mundial semicompleto de una empresa que ya no existe” (p. 90) y Pimpinela Escarlata ostenta seis: Campeonato Reina de Reinas Triple A, Campeonato Mundial Triple A Mixto (con Faby Apache), Campeonato Peso Ligero Nacional de MéxicoCampeonato de Peso Medio Nacional de México, Pista Arena Revolución Campeonato Welter y Campeonato Peso Pesado de la IWA (Fuente: Wikipedia).

 

* Fernando Cavazos Torres. Lentejuelas y sangre. Los luchadores exóticos. Monterrey, N.L.: Oficio Ediciones, 2016. 170 pp., Fot. (Colec. Lucha por la Cultura.)

 

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