Delicado como mariposa
Hugo L. del Río
Monterrey.- El que se enoja pierde. El primer round de lo que pinta para una larga pelea lo ganaron los diputados. Tal vez sería más apropiado comentar que Ernesto Canales se dejó vencer. Decía Ortega y Gasset que el político debe tener piel de elefante. El subprocurador o fiscal anticorrupción probó ser más delicado que una mariposa.
La verdad, yo tenía la idea de que EC es un hombre inteligente. Ahora entiendo por qué goza de las confianzas del bronco. ¿Qué clase de abogado maneja como argumento jurídico y político esa línea tan gastada que hace una apelación al peso de la palabra y no a la fuerza de los hechos? Porque en eso basó su defensa el tal subprocu: “sí les puedo asegurar que no me he apropiado indebidamente de honorarios ni de la señora Cusi, ni de Televisa”.
Por la virgen de Alcobendas, hasta un estudiante del primer trimestre de Derecho sabe que las protestas de honor y rectitud no tienen valor jurídico ni legal. Pero EC ignora esto. Para hornear bien el pastel de su patético alegato, EC acepta que recibió los seis millones de dólares. Y hasta ahí llega. ¿Dónde quedó la marmaja? Averígüelo Vargas.
Lo peor fue cuando Canales se puso en plan de profeta del Antiguo Testamento y amenazó con hacer llover fuego y azufre contra los legisladores. Fue grosero con la congresista del PRI, Gloria Treviño. Pero, y aquí llegamos a lo peor: según el parlamentario, también tricolor, Héctor García, EC los amenazó a él y a sus compañeros de Congreso: “los voy a perseguir”. La oración que en seguida dejó Canales circular libremente urbi et orbi fue dirigida exclusivamente a García: “tú eres más corrupto que yo".
El subprocu está admitiendo que es un hombrre que ha caído en la depravación. Pero, oh consuelo: Héctor García es más abominable que él. Canales hizo subir tantas cosas a la superficie: intolerancia a la crítica; perfil de represor; calificación de cero en el discurso público: nuestro hombre no es Demóstenes.
Eso sí: tiene el nivel político adecuado para ser el quinto regidor de Mier y Noriega. Estos son los quisques que dizque nos gobiernan. Pobre Nuevo León, pobre México.
Pie de página
Se fue el Q.:.H.:. Hernando Castillo Guerra, hombre que con su vida nos dio ejemplo de honradez y honestidad, de estudio y esfuerzo. Gran amigo, además. Hernando era un apasionado de la Historia y de la charla en el café con personas inteligentes. Nos saludaremos, Hermano, entre las columnas de Oriente.
hugo1857@outlook.com
