DISPARATES
De Broncomanía a Broncofobia
Armando Hugo Ortiz

Monterrey.- Ni yendo a bailar a Chalma podrá Jaime Rodríguez cumplir la promesa de campaña, de encarcelar a los bandidos de la administración anterior.

Desde el año pasado, Rodrigo Medina mandó el cínico “háganle como quieran”, por intermedio del calumnista Raymundo Riva Palacio, quien afirmó en su artículo del 15 de octubre, que debían: “Probar que se cobraron comisiones por obras pública, con testimonio de los afectados… o descubrirle en bancos extranjeros recursos de procedencia ilícita.”

La solicitud de investigar cuentas bancarias del extranjero corresponde al gobierno federal, para qué intentarlo, ni que Medina fuera la Gordillo. El posible agravio de Peña Nieto por no recibir su moche, de seguro ya quedó resuelto.

Un testimonio de los afectados sería, por ejemplo, que los coreanos de Kia denunciaran las millonadas de dólares que entregaron directamente a Medina, a cambio de las ventajosas prebendas que les autorizó.

La estrategia para lograrlo sería que el Bronco se amache en no regalar a los coreanos lo que les prometió Medina (y háganle como quieran), u otra medida espectacular.

En plan optimista, supongamos que el gabinete de Jaime Rodríguez entrega denuncias penales contra los bandidos, aceptablemente documentadas. ¿A quién? Al poder judicial de Nuevo León, quien calificará si hay argumentos mínimos. Conocido es que los miembros de este poder fueron nombrados por la mafia Nati-Rodrigo; una de dos, las rechazan por notoria improcedencia, o las remiten al archivero del  WC, por tres o cuatro años.

El Bronco tiene como enemigo declarado al poder legislativo, luego se añadirá otro, el judicial. Como en el dominó por parejas, jugando contra dos enemigos y un traidor.

Enhorabuena, broncofóbicos gratuitos, pueden elegir guillotina u horca para Jaime Rodríguez, o bien desmembrarlo con cuatro caballos a la usanza medieval, en la Macroplaza .

a_hugo16@hotmail.com