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2089 28 Abril 2016

 

 

Senadores entre hampones
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- ¿Acaso va el ladrón a pedir que lo enjuicie un magistrado severo? La decisión del Senado de enviar a la congeladora las nuevas leyes del Sistema Nacional Anticorrupción es lógica y entendible desde el punto de vista de la minoría que está saqueando a México. ¿A poco esperábamos que el condenado a la horca escogiera el cáñamo?

La labor de los legisladores (de todos los partidos) no es ofrecernos ordenamientos legales que nos eleven a la categoría de ciudadanos. Lo suyo es proteger a los corruptos. Y en esto, como en tantas otras cosas, no hay diferencia entre los tres "grandes" partidos y sus respectivos contingentes de chiquillada. Todavía queda mucho por robar y entre hampones la ley no escrita es protegerse los unos a los otros.

The New York Times tiene toda la razón del mundo (aunque se refiere a la tragedia de Iguala-Ayotzinapa) cuando escribe en su editorial institucional que "México rehuye la verdad", aunque lo correcto hubiera sido escribir que es el gobierno de México quien hizo suyo el hábito del avestruz y no la nación ni mucho menos sus habitantes.

El líder de los senadores priístas, Emilio Gamboa Patrón, apoyado por una fracción del PAN encabezada por Roberto Gil, presidente de la mal llamada Cámara Alta, torpedeó la iniciativa apoyada por las firmas de 634 mil mexicanos, el PRD y una fracción del panismo. ¿Y qué creían sus mercedes: se esperaba que el sentenciado a la pena capital engrasara los mosquetones del pelotón de fusilamiento? Todavía somos rehenes de uno de los Sistemas más criminales y depravados del mundo.

Nuestra vida la deciden homúnculos como Enrique Peña Nieto, el tal Gamboa Patrón y esa hueste de lobos insaciables que están devorando a México. El cinismo del yucateco, íntimo colaborador de Miguel de la Madrid, no conoce límite. La pieza de legislación que mandaron a la Antártida es imperfecta, dice. Lo que el PRI quiere, agrega, es un "buen producto" que garantice la seguridad de los latrocinios.

Yo les pediría a los solones (bueno, a los que saben leer) que revisaran la Historia. El Poder ha llevado sus villanías a tales extremos que despertó a éste, uno de los pueblos más sumisos del mundo.

Nuestra gente está aprendiendo el arte de la protesta pacífica. Funcionó en Guatemala, en India, en la antigua Unión Sudafricana. No existe ninguna razón para que fracase aquí. Respecto a la horda de asesinos y  sinvegüenzas, ya es hora de que sepan, si es que lo ignoran, que nada es eterno.

Pie de página
Acapulco se muere. Lo está matando el narco. Lo que fue un destino turístico de importancia mundial está vacío. Todo el mundo tiene miedo. Y con razón. Ésa es la realidad para los mexicanos y el resto del planeta. Papá gobierno tiene, desde luego, otra visión. El mero mero de la vaina ésa dizque llamada gendarmería, un tal Manelich Castilla nos regaña por ser mal pensados. Dice: "las condiciones de seguridad (en el exdestino de turismo) están completas y absolutamente satisfechas".

hugo1857@outlook.com


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