DISPARATES
Sin llenadera
Armando Hugo Ortiz

Monterrey.- Quitar más dinero al trabajador y aumentar sus años de trabajo, fue en plata limpia, la reforma que solicitó al senado Carlos Ramírez, presidente de la Comisión Nacional del Ahorro para el retiro (CONSAR). De no hacerlo, podría explotar una “bomba social”, que colapse el sistema.

Este seudo profeta del caos es una muestra de la degradación que ha sufrido el programa de jubilaciones. Fue puesto en práctica después de la II Guerra Mundial, por los gobiernos del mundo occidental. En México se implantó inicialmente a través del IMSS, en menos de cuatro décadas los ahorros de los trabajadores desaparecieron, víctimas de la corrupción e ineficiencia.

La reforma a la ley local del ISSSTELEÓN en 1993, fue punta de lanza para borrar el desfalco. Se incrementó el aporte de maestros y burócratas, y el número de años para poder jubilarse; pronto cayeron en el mismo esquema todos los gremios de asalariados mexicanos.

Pero los corruptos no se hartan, veinte años después alegan los mismos pretextos: “Sesenta años parece una edad muy joven, muy temprana, para que alguien se jubile, debido a que se incrementó la esperanza de vida”, expresó el susodicho Carlos Ramírez (La Jornada, 27/05/16).

La expectativa para un joven de 20 años, es que trabaje al menos hasta 2066. Y si entonces la esperanza de vida aumenta a cien años, que siga en la chinga.

Cuando ya no pueda, directo al panteón, nomás checando su tarjeta de salida. Nada de hospitales ni gastos médicos para enfermedades seniles. Y agradezca que no lo lleven como los mulos viejos al matadero, para que sus despojos sirvan de alimento para aves.   

Por supuesto que los políticos no enfrentarán ese horizonte tan lejano. Son más inmediatistas, les interesa padrotear hoy los ahorros de millones de trabajadores.

a_hugo16@hotmail.com