¿Qué está en juego en las elecciones de Sinaloa?
Ernesto Hernández Norzagaray
Mazatlán.- En las elecciones se decide la representación pero invariablemente el eje gravita entre la continuidad y el cambio sustantivo en el gobierno.
El resultado de las elecciones sinaloenses pronostica que será de continuidad sin importar quien resulte ganador de la contienda de gobernador.
Y es que, si bien, hay ocho candidatos a gobernador, los poderes fácticos, siguen y seguirán siendo los mismos y son decisivos en los alcances de los gobiernos sinaloenses.
Entonces, los márgenes de actuación de quien resulte ganador estará acotado por quienes verdaderamente mandan en el estado –el voto ciudadano, si bien vale, para decidir quién alcanza un cargo de representación, el de este pequeño grupo vale antes, durante y después de la elección. Vamos, es más compacto, intemporal, decisivo, duradero.
Está el sindicato de los grandes empresarios culichis al que acudieron puntualmente la mayoría de los nueve aspirantes a gobernador del PRI, y probablemente los candidatos del PAN y el PAS, no como visita de cortesía, sino buscando apoyo político y dinero para su campaña de posicionamiento.
No menos poderoso, y ambicioso, es ese grupo transversal que representa el llamado malovismo, una mezcla de intereses privados y partidarios, qué gobierna y está jugando fuerte en esta contienda, y para algunos cruzado, con el fin de salir blindado en cualquier resultado de la contienda.
Se rumora que el gobernador Malova opera para el PRI mientras Gerardo Vargas, su Secretario de Gobierno, lo hace a favor de los candidatos de su grupo y los del Partido Sinaloense en el norte del estado.
El llamado “gobierno de cuotas y cuates” hasta el final de su mandato maniobró eficazmente de manera de que no contando con un partido -el PAN de Madero le retiró el apoyo- tuvo control sobre muchas de las decisiones importantes del Congreso del Estado y, ahora en la sucesión de gobernador, el grupo de Malova hace uso de ese juego apostando a favor de los partidos que curiosamente, ojo, fueron sus adversarios en 2010.
Estamos hablando de los partidos de donde muy probablemente saldrá el próximo gobernador, a menos que el PAN que no sale del pasmo y el desconcierto que dejó la destitución de su dirigencia estatal, por el affaire de la llamada “chapodiputada”, repunte de último momento, lo que se ve prácticamente imposible.
Y, es que no es poca la zozobra en el malovismo, la publicación reciente del INEGI donde sitúa al gobierno de Sinaloa como el segundo estado más corrupto del país, sólo por debajo de Veracruz, pone a temblar a cualquier gobernador y de ahí que Malova dicen que dijo a Beltrones recientemente: “No quiero andar como Padrés al final de mi mandato”.
Por su parte, el crimen organizado no es un invitado de piedra en las elecciones y actúa probablemente a través de personeros apoyando candidatos. Además, en estos días ha demostrado capacidad de fuego e intimidación. Así, en los primeros cuatro meses, la violencia cobró la vida de más de 320 personas y recientemente la de agentes de tránsito y policías municipales, además de un ex director de la policía municipal de Culiacán, que había sido despedido cinco días antes y empezaba hablar de corrupción en su corporación.
Incluso, el candidato de la coalición PAS-MC, ha denunciado que no ha podido llegar a ciertas regiones del estado por las amenazas de que ha sido objeto.
Pero, más allá, algunas de las campañas no parecen tener control en el gasto y seguramente han sido rebasados los topes establecidos por un instituto electoral omiso que no atina a tener control sobre los gastos de los partidos y las campañas sucias, lo que provocó que de último momento varios partidos hayan solicitado infructuosamente que el INE se hiciera cargo de las elecciones.
El verdadero desafío, entonces, pareciera que se encuentra en el rumor entre la campaña de Quirino Ordaz, el candidato del Presidente Peña Nieto y el juego doble del Tercer Piso del Palacio de Gobierno, no obstante, en las encuestas el candidato de la coalición PRI-Verde-PANAL siempre fue adelante en todas ellas.
La última de la empresa que dejó María de las Heras, no fue la excepción, le dio 35 puntos a Quirino Ordaz; 25 a Héctor Melesio Cuén del PAS y 24 a Martín Heredia del PAN.
Sin embargo, apuntó a dos elementos que pueden ser atonales a la continuidad del proceso sucesorio, que el norte lo gane el malovismo en sus alianzas con el PAS e incluso que lleve a perder al candidato priista en esa región lo que metería en un problema no menor a los todavía gobernantes.
Lo otro es que el candidato priista superando todos los obstáculos del fuego amigo supere holgadamente al candidato pasista y eso podría representar un nuevo momento en la conducción de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que está sometida por la triada de rectores que desde 2004 se impuso la penosa tarea de acabar con todo vestigio crítico en la casa rosalina.
Una muestra del autoritarismo vigente en la centenaria casa de estudios es el plantón permanente que sostiene, en la sede del Congreso del Estado, el profesor Inocencio Castillo López que fue despedido hace 10 años de la Universidad por pertenecer a una corriente de opinión diferente a la dominante y teniendo, dice, una resolución de reinstalación a su favor simplemente las autoridades universitarias han decidido no acatarla en perjuicio de esta familia.
Circula en redes sociales una foto donde el profesor Castillo sostiene una lona que reza: No más complicidad, alto a la impunidad, dejen de condenar a mi familia, a mis hijos al hambre y la miseria.
A Lula da Silva alguna vez se le preguntó, siendo Presidente de Brasil, cómo un sindicalista podría actuar a favor de los trabajadores en un contexto de poderes fácticos y respondió reconociendo esa influencia pero señalando que siempre hay un margen para que el gobernante pueda hacer sus políticas sociales.
Eso podría hacer la diferencia, si quien gane la elección se propone sacar del bache al menos a una parte de cientos de miles de sinaloenses en pobreza y pobreza extrema.
Ya veremos.
