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2153 27 Julio 2016

 

 

El Topo Chico y los Perros
Eloy Garza González

 

Monterrey.- Mario Vargas Llosa escribió su primera novela “La Ciudad y los Perros” (1963) para representar al Perú en el microcosmos de un colegio militar: el Leoncio Prado. Dentro de los muros de esa decadente institución pululan las más diversas clases sociales, las filias y las fobias, la represión oficial y la asfixia por la falta de libertad.

En el Leoncio Prado se sobrevive jugando cartas, formando jerarquías paralelas entre los jóvenes cadetes, humillando al prójimo y ajusticiando a los timoratos o a los emocionalmente más débiles.

El Penal del Topo Chico representa la sociedad nuevoleonesa. Dentro de los muros de esa microciudad, gobernada por el crimen organizado, se jerarquizan clases sociales paralelas, un juego de ganadores y perdedores, de mandones y siervos, de jaguares y esclavos. Se sobrevive con la venta de droga, el sometimiento casi animal, los ajusticiamientos a miembros de bandas rivales. El Topo Chico no es lugar para débiles.

Como en la novela de Vargas Llosa con el Perú, el Topo Chico simboliza la decadencia de Nuevo León, la ausencia de autoridades que metan al orden a los criminales, la gobernabilidad como un mal chiste, el derecho de piso como un impuesto más, la supervivencia como una conquista diaria, el incendio de celdas solo porque se trasladaron a dos presos líderes de internos. El "misterio del mal", como San Pablo escribió en una de sus epístolas.

Se matan, se queman vivos a los reclusos, no como forma de escarmiento, sino porque al interior de sus muros, como en Nuevo León entero, cada vez se reducen más las pruebas palpables de la existencia del hombre. Lo que quedan son sólo restos de lo que antes eran valores humanos y hoy son escombros de humanidad.

En el Topo Chico no suceden eventualmente motines y rebeliones de presos: es la vida cotidiana, o más bien, la muerte diaria, porque la verdadera vida está en otra parte, en otras latitudes, menos aquí, en la antesala del infierno. Y uno simplemente se pregunta cuál interno será el asesinado de mañana.


 

 

15diario.com