Suscribete

 
2227 8 Noviembre 2016

 



Hidalgo, planeación simulada
Pablo Vargas González

 

Pachuca.- Unos cuantos días y distintos puntos regionales, se fijaron para la realización de foros encaminados a la integración del Plan Estatal de Desarrollo en Hidalgo.

Es claro que no es lo esperado, es insuficiente y no es un medio idóneo para “integrar” una propuesta que deberá ser el referente del nuevo gobierno local, de Omar Fayad Meneses en los siguientes años.
Nuevamente se cae en la trampa de no generar una verdadera consulta ciudadana. Esta comedia ya la vimos, hasta el hartazgo.

En los foros presenciales nuevamente se observa una organización corporativa, a la vieja usanza, es decir a los usos y costumbres de siempre: están representados los diversos sectores, y se dice: hay amas de casa, estudiantes, empresarios, campesinos y profesionistas. Pero las notas periodísticas dan cuenta de que los que sobresalen son “las fuerzas vivas” de las organizaciones y grupos políticos regionales, funcionarios y empleados públicos acarreados, que atestan los auditorios. ¿Qué se pude sacar de aquí? Muy difícil que salga algo positivo.

Mientras en las regiones se encuentran los problemas reales, invisibles, que no se quieren ver, porque son incómodos. La pobreza y el desempleo campeante en todas las regiones y municipios de Hidalgo; la falta de oportunidades para la juventud que tiene que emigrar para buscar educación y salarios de calidad. A pesar de que el anterior se autodenominó “el gobernador de la educación”, las escuelas y servicios educativos son de la peor calidad, por la opacidad en el manejo de presupuesto y la colusión del SNTE.

En las distintas regiones hay una movilización ciudadana, que se expresó en las elecciones locales, en un voto en contra del autoritarismo y la carencia de sensibilidad para tratar los asuntos y problemas de los ciudadanos. Puede que no haya recursos ni presupuesto, quién sabe Hay que pensar en Veracruz, la corrupción más infame. Pero tal vez lo que más golpea y ofende es la actitud gubernamental, la cerrazón, el estilo de gobierno prepotente por encima de la gente y los ciudadanos.

Habría que abrir los ojos y estrechar las manos para construir una nueva gobernabilidad. Tan solo en este momento en distintas regiones de Hidalgo se aprestan a defender el territorio de políticas depredatorias, que atentan contra el medio ambiente, la salud, los recursos naturales y en conjunto contra la vida. En el municipio de Epazoyucan, hay una rebelión municipal en contra del mal llamado “Proyecto Pachuca”, donde la Minera del Norte (grupo empresarial AHMSA) ya obtuvo de Semarnat, brincándose las leyes, la autorización para hacer un basurero para tirar lo jales de la minería.

En las comunidades de Acaxochitlán, Tenango de Doria y San Bartolo Tutotepec, están generando abierta resistencia para que la empresa Transcanada, en contubernio con autoridades de la ecología y la CFE, impongan el Gasoducto Tuxpan-Tula, que afectaría cerca de 250 localidades tan solo de Hidalgo. No se está cumpliendo el mecanismo de la consulta informada, y la transnacional organiza reuniones clientelares donde engaña con limosnas a personas y autoridades.

En Zimapán, la organización Comunidades Unidas (CUZ) también piden la intervención de las autoridades para evitar que la minera El Espíritu, cuya propietaria fue alcaldesa y autorizó en su periodo construir una planta de confinamiento de desechos. En la huasteca hay alarma, sobre todo en los municipios de Huautla y Xochiatipan que resisten callada pero firmemente en territorio de pueblos indígenas, porque se iniciaron trabajos para la fractura hidráulica en la explotación de pozos dentro del paleocanal de Chicontepec, donde también entrarán empresas transnacionales.

Algunos autores hidalguenses, por cierto, han analizado la problemática del desarrollo en Hidalgo. Y han señalado que en mucho la pobreza es resultado de una falta de proyectos de desarrollo, de la ausencia de planes y políticas que favorezcan a las comunidades y regiones, y de que hasta ahora no ha habido gobiernos basados en políticas públicas.

Sería recomendable que se rehiciera el proceso de integración del Plan Estatal de Desarrollo, puesto que se sigue una agenda formal, de fechas convenidas sin realmente interesarse por lo que piensan y proponen los hidalguenses. Es necesario integrar las voces, y aunque me acusen de populista, también los sentimientos y anhelos de la gente, de las comunidades, de los diversos pueblos y regiones. Si se va a contratar una empresa o en el peor de los casos se van a “fusilar” otros planes de desarrollo, esto no va a funcionar desde ahora. Urge una verdadera consulta, no solo con los cuates.

 

 

15diario.com