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2238 23 Noviembre 2016

 



¡Quieren más impuestos!
Lucilda Pérez Salazar



Monterrey.- El Presupuesto de Egresos del Estado de Nuevo León para el año 2017, enviado por el Gobernador al Congreso, es de 88 mil 901 millones de pesos. ​Este presupuesto equivale al 1.8 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación para el año entrante, que es de 4 billones 888, 892 millones de pesos.

​El Presupuesto del Gobierno del Estado se financia, fundamentalmente, con impuestos. La mayor parte de los ingresos provine de los recursos que aporta el gobierno federal a través de las participaciones federales, aportaciones diversas y fondos especiales, todos ellos provenientes de los impuestos que recauda la federación. Otra parte de los ingresos procede de los impuestos estatales y el resto se financia con deuda pública.

En resumidas cuentas, el Presupuesto del Gobierno del Estado, como el de la Federación, lo fondeamos los mexicanos con nuestros impuestos. Entre el 30 y el 40 por ciento de nuestros ingresos se van al fisco, es decir, a las haciendas federal, estatales y municipales.

​El impuesto es un tributo obligatorio que pagamos los ciudadanos para financiar los gastos del gobierno (educación, salud, seguridad pública, infraestructura urbana y rural, sueldos de funcionarios y de trabajadores del Estado, etcétera).

​En nuestro país pagamos muchos y muy altos impuestos:

• Federales: Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), Aranceles.

• Estatales: Tenencia de Automóviles (ISAN), Impuesto Sobre Nóminas, Impuesto Sobre Hospedaje.

• Municipales: Impuesto Predial.

​Los gobiernos federal, estatales y municipales deberían ajustar sus presupuestos de egresos a los ingresos que pretendan recibir en el año siguiente, es decir, deberían cuadrar los ingresos con los egresos, con mayor razón en un año tan difícil como el que está por llegar.

Pero esto no sucede. Los gobiernos son malos planeadores y peores administradores. Operan con déficit, porque gastan mucho más dinero que los ingresos que esperan obtener. Luego cubren el déficit presupuestal con más impuestos, obligando a los contribuyentes a aportar más para sanear ese faltante. ​También recurren a contratar más deuda, que finalmente también pagamos los ciudadanos.

​Gobierno, Diputados y Alcaldes, todos ellos proponen más impuestos. El gobierno quiere mantener el impuesto a la tenencia de automóviles, subir a 3 por ciento el impuesto de hospedaje, gravar con 10 y 6 por ciento los juegos de apuestas y sorteos; y con 3 por ciento el outsourcing. Los diputados pretenden crear nuevos impuestos, como el de los casinos y el de bebidas alcohólicas; y los alcaldes se proponen subir el impuesto predial, o retabular el valor catastral de las fincas.

​¿A dónde van a parar estos recursos? La inseguridad pública sigue viento en popa. Las calles están llenas de baches o con el pavimento acocodriliado, las escuelas sufren el desabasto de materiales educativos y la pésima infraestructura. Los hospitales y centros de salud públicos están en estado ruinoso. Las plazas y jardines en el mayor abandono.

¿Quién o quiénes se benefician del erario público, generado con el esfuerzo y los recursos de los neoleoneses que contribuimos a crearlo?

¿Se justifica la creación de nuevos impuestos? ¿Son legítimos los incrementos que se proponen?

¡No más impuestos sin destino manifiesto y claro!

¡No más impuestos sin transparencia y rendición de cuentas!

 

 

15diario.com