¿Debate educativo o márquetin político?
José Antonio Villalobos

Monterrey.- Sí, como receta de cocina, de infalible éxito a gustos y paladares exigentes; como trama de película hollywoodesca, infalible como éxito de taquilla; así pareciera que las técnicas y metodologías politólogas de las campañas 2012 en México consideran coincidir en un detalle: “El tema de la educación les garantiza un amplio mercado de receptores a quienes explotarán sentimentalmente con la promesa de un mágico mejor futuro gracias a que sus hijos se educarán”.

Todo mundo dice tener la solución, todos los partidos opinan como expertos certificados en el tema, cuando la trayectoria de su militancia como gobierno expone contrariamente sus fracasos en materia educativa, dígase el PRI, PAN, PRD en sus instancias Federal y Estatal. El deporte por excelencia en tiempo electoral es la rumorología, y esta práctica ligada al ámbito educativo les es por demás lucrativa. El común denominador en las intervenciones es culpar al docente, quien resulta responsable de lo que se les antoja a los partidos políticos y al gobierno, lo que se ha denominado como ineficiencia, fracaso, derrota, reprobación... siempre va a dar a sus espaldas.  

Acusan con toda temeridad que la descomposición del tejido social, la violencia urbana, la falta de movilidad social son siempre producto de la mala o ausente educación básica que impera en las escuelas públicas; a la cual complementan con patrones y modelos obsoletos:

1.- Que hoy el estudiar no es garante de éxito económico, contrastando al estudiante con el taquero, con el narco de la esquina incluso con el niño-sicario. Estudia mucho para no encontrar trabajo bien remunerado, contra el que no estudia pero se involucra con “los malitos” y obtiene muchos ingresos rápidamente

2.- Esos son los modelos que desde el descaro del doble discurso, de la doble moralina sarcástica se promueven en los medios de comunicación, al ensalzar como héroes modernos por ejemplo al Chapo Guzmán, que les hace “Préstamos para invertir y poner su changarro” de moto taxistas.
(http://www.quintacolumna.com.mx/notas/2012/marzo/seguridad/seg-160312-staff-mototaxistas-piden-dinero-a-el-chapo.php)

Igual a los señores como el "Lazca"  patrocinando fiesta y regalos a los desposeídos como en "El Día del niño"

(http://www.todopormexico.com/t2197-los-zetas-patrocinan-fiestas-del-dia-del-nino-en-tamaulipas) 

3.- Acusan que el alto índice de deserción escolar, de reprobación es directamente la fábrica que genera casi 800 mil  jóvenes sin opción de desarrollo por carecer de oportunidades para insertarse en la población económicamente activa. (Los denominados Nini’s.)

Omitiendo factores como la falta de creación de empleos,  los núcleos familiares disfuncionales que generan más círculos de violencia y resentimiento social. También omiten que el poco éxito de los sistemas educativos en la actualidad se sustenta principalmente en que su reglamentación, estructura, currícula y demás factores se hallan, por así decirlo, desfasados ya que datan de los años 40 y/o 70, obviamente poco adaptables a las necesidades reales de la sociedad actual.

4.-  La educación, al igual que las comunicaciones, el sector energético y demás pilares de la sociedad, dependen fuertemente del factor financiamiento o inversión, tanto o más que del factor humano, de la calidad de los servicios que se prestan, van de la mano pero se prioriza la inversión. Las ganas de querer hacer bien las cosas, se detienen ante la falta de con qué las hago. La tendencia mediática es condicionar la liberación de tales o cuales recursos a los resultados de las mediciones o evaluaciones  que "El Vox Populi" (La Sociedad Civil) debe aprobar siendo que los instrumentos estandarizados han demostrado en diversas latitudes su ineficacia y falta de criterios como instrumentos de "Evaluación" de todo un proceso educativo.  La OCDE así como ha recomendado la evaluación también ha sido incisiva en que el mínimo aceptable en inversión educativa es alrededor del 8% del PIB  con grupos d educación básica formados por 20-24 alumnos. Actualmente en México la inversión ronda algo así como 4.5 al 6% según el año y nivel...con grupos de un promedio de 35-40 alumnos. “Me mandas a la Guerra sin fusil”...

5.- Esas voces acusan una vez más. "Los maestros no se quieren evaluar"...Nada más falso. Queremos una real oportunidad de tener trayectos formativos, una auténtica oportunidad de ser "evaluados en lo particular, incidiendo en los aspectos como lo son los niveles socioeconómicos donde se encuentra enclavado cada plantel;  una y otra vez insistiremos que el docente no le teme a la evaluación, desconfiamos de una evaluación equívoca, los parámetros están errados desde el origen de los instrumentos evaluativos estandarizados, la diversidad de los entornos pedagógicos, la inmensa pluralidad de ambientes educativos, desde el rural con las escuelas unitarias o bi-docentes, en las que muchas veces quien imparte la clase es un estudiante ejerciendo su servicio social (Muchos de ellos ahí han descubierto su vocación docente) por lo tanto no son Profesionales de la Educación y se les incluye en dichas "mediciones"; pasando por las miles de escuelas públicas de todas las ciudades de nuestro país, desde niveles marginales, medio, hasta llegar a los más connotados círculos económicos de la Nación como la Colonia del Valle en Nuevo León, Las Lomas en el D.F. inclusive en el sector privado de la educación. ¿Por qué  se pretende "evaluar" a todos con el mismo instrumento?

Además del factor socioeconómico está el factor de la descomposición social, las urbes azotadas por la violencia general, por el crimen organizado que asecha e incluso ha incursionado en los intereses y ocupaciones de los estudiantes de educación básica tanto en secundaria como en primaria, es otro factor que decide el resultado tan raquítico de la evaluación a estudiantes quienes requieren estar más preocupados por sobrevivir a esta realidad que obliga a decidir entre estudiar o sobrevivir , ante el ya generalizado fenómeno del “Buylling escolar”, sobrevivir  haciendo "lo que sea", su mente y sus preocupaciones están en todo, menos en aprender.

No es casualidad que los retrocesos más marcados estén en el nivel de secundaria. No es una falacia que el diario devenir de millones de familias se sustente en luchar por tener para comer hoy, viviendo al día, que ambos padres deben desempeñar largas jornadas laborales y que un mínimo porcentaje de ellos asume en los hechos su responsabilidad diaria de contribuir en la educación de sus hijos, que la inmensa mayoría cree cumplir con “Yo lo mando, le compro el lápiz y el lonche” (y a veces ni eso) y ahí el maestro que cumpla con su obligación. Incluyamos a este ambiente el hecho de que los grupos no son de igual cantidad de alumnos, la baja infraestructura (o carencia de ella), el sistema tan burocratizado, el sueldo tan bajo de los docentes, etcétera. 

Estos y otros tópicos se centran en la mesa de los debates, añadiendo el factor de que si el maestro debe ser un ente político o apolítico, se acusa que el gremio es una fábrica de grillos que no produce. Nada más falso. Si alzamos la voz, si ejercemos el derecho de expresar libremente una opinión respecto al ámbito laboral, es porque precisamente estamos cansados de que improvisados, advenedizos quieran resolver "Por Decreto", de plumazo de escritorio algo tan complejo como es la eficiencia educativa. Sin consultar al que sabe.

Hasta el más connotado arquitecto, ingeniero, de vez en cuando se da un “baño de pueblo”, de humildad y consulta "al maistro albañil", ese de cuchara y carretilla, la experiencia y la práctica es útil y más eficiente que la soberbia del título y puesto, ese de alcurnia y renombre. Pregúntenle al que sabe de educación, a la maestra de las colonia marginales, al de la escuelita rural unitaria, a la directora que batalla año tras año con las madres que exigen no pagar cuotas escolares, pero sí una inscripción en una escuela con todas las comodidades y se hacen "como que la virgen les habla", de oídos sordos cuando se trata del mantenimiento por que la lideresa de la colonia amenaza con bloquear la entrada y correr a la maestra o directora que se ponga “picuda”.

Ahí están las propuestas, ahí está la voz de la experiencia, no en consultas pagadas que arrojan el resultado que a los intereses de su corriente ideológica o partido convengan. Déjense del discurso ese de que "sin el sindicato estaría mejor."

Señores de los partidos, señores candidatos, no le busquen tres patas al gato; o no les conviene que se muestre el diagnóstico completo, ese que incluye las ineficacias por sectores, entidades federativas y períodos de ejercicio en el gobierno que obviamente embarra a su partido político.