¡Tiempo de rock!
Eligio Coronado
Monterrey.- Carlos Mapes (Ciudad de México, 1955) afina la nostalgia y le arranca sonidos sesenteros a los viejos ídolos de la rebeldía y la contracultura musical.
Sombra del rock, 1962-1969* es realmente una junta de sombras, de esas que aún siguen influyendo en el desarrollo de la música actual: Beatles (p. 14-17), Rolling Stones (p. 19-20), Elvis Presley (p. 12), Eric Clapton (p. 49), Janis Joplin (p. 69), Pink Floyd (p. 77-78), Led Zeppelin (p. 93), Bob Dylan (p. 32-34) y, por supuesto, Jimi Hendrix (p. 66).
No pueden faltar en este concierto del pasado (ni tan lejano gracias al youtube): The Animals (aquellos de “La casa del sol naciente”, con su cantante de voz potente y negroide, Eric Burdon, aún activo, p. 21), The Kinks (“De veras me atrapaste”. p. 22-23), The Yardbirds (“Corazón lleno de alma”, p. 41), The Who (“Mi generación”, p. 46), The Zombies (“Ella no está allí”, p. 44), Simon y Garfunkel (“Los sonidos del silencio”, p. 53) y Them (“Gloria”, p. 42), entre otros. Hay tantas estrellas en esta constelación que incluso los one hit wonders (cometas de un solo éxito) aparecen en este recuento (p. 84).
El autor captura sus sensaciones en rápidas viñetas que van más allá de la nota publicitaria: “Cuando Ringo pensaba en el futuro le daba insomnio. Si al fin lograba dormir, soñaba a Paul en su lugar, tocando la batería” (p. 14), “Donovan atrapa de una manera contundente el instante y nos recuerda que el rock también tiene un espíritu” (p. 45), “Su obsesión principal (…) era descifrar el sentido de las puertas. Jim (Morrison) quería abrir todas, una tras otra, para romper con los límites que impone la realidad” (p. 72).
¿Qué hizo grandes a estos artistas? ¿La publicidad? ¿La fama? ¿Las altas ventas? ¿Los Discos de Oro? En realidad fue su música, una música auténtica que nació de la necesidad de expresarse y no de solamente ganar dinero: nadie inventó el genio de John Lennon, la voz desgarrada de Joe Cocker, el virtuosismo de Jimmy Page, la forma de acometer el teclado de Alan Price, el registro vocal de Van Morrison, la habilidad compositora de Ray Davies, la ruidosa algarabía de los Dave Clark Five, la irreverencia de Frank Zappa, la sensualidad de Tina Turner, la locuacidad de Keith Moon, el feeling de Aretha Franklin, la provocadora actitud de Mick Jagger, etc.
¿Cuáles cantantes y músicos de la actualidad pueden presumir de tener un sello propio? ¿Cuáles de ellos influirán en las generaciones futuras? ¿Cuántos de ellos son simples cometas en el firmamento de la mercadotecnia? ¿Cuáles canciones de hoy serán reverenciadas mañana? Mejor quedémonos con la música sesentera cuya magia y excitación han demostrado ser imperecederas.
Carlos Mapes. Sombra del rock, 1962-1969. México, D.F.: Trilce Ediciones / UANL, 2011. 110 pp. (Colec. Tristán Lecoq.)
