CRÓNICAS PERDIDAS
La Convención
Gerson Gómez
Monterrey.- Es todo un rollo, pero bien lo vale. Lograr encarnar el personaje admirado. Demostrar fidelidad al movimiento. Reunirte con gente que tiene sentimientos iguales.
Tener como punto asignado las cloacas del Mercado Fundadores.
Intercambiar los suvenires. Ir pensando en los siguientes desafíos.
Somos fans de los comics, las tiras animadas y las películas que han hecho historia.
Por ejemplo, estoy enamorado de una chica que conocí en la reunión anual.
Ella llegó disfrazada de la Princesa Leia, en el Retorno del Jedi.
Sus amigos la colocaron en un espacio bastante grande.
La imagen de Jaba The Hut rígida, donde ella se encargó de encadenarse del cuello.
Detrás de la efigie, en la parte baja, escondido para que nadie lo fuera a robar, colocaron el ipod y las bocinas.
Luego ella se ponía a bailar y practicaba el acto de escapismo, cuando Luke llega acompañado de la tropa rebelde y terminan ejecutando a Jaba.
Desde la primera vuelta al cuello con la cadena, quedé prendado de su belleza. No solo del dorado bikini con que dejaba en claro su depilación al estilo brasileño en la entrepierna.
Ella es Leia, aunque en realidad de llama Yadira; estudia la carrera de enfermería en la Universidad; es la mayor de tres hermanos.
Su gusto se ha ido refinando con los años. Pasó de seguidor de Pikachú, con sus barajas, a las películas de licántropos, de ahí a los vampiros, a la ciencia ficción futurista decantada, a las sagas; de Star Treak la encontró un poco jalada de los pelos y se declaró rebelde, como en Star Wars.
Desde los trece viene a toda esta clase de eventos. Se ha ganado el reconocimiento de los organizadores. Un diploma, con muchas fotos, de los visitantes en su celular.
Aunque en esta ocasión, y desde ahora, mi corazón.
Dice que el próximo año, seguramente será un personaje de anime japonesa. Que es ahí donde radica el alma del erotismo.
Creo que será lindo verle fuera de toda la parafernalia. Tener una cita, donde elija. Quizá tomar unas cervezas o café, lo que desee. Irnos de marcha.
Ahora que ha comenzado a crecer.
