CRÓNICAS PERDIDAS
Agarramos parejo
Gerson Gómez

Monterrey.- Calla boca, venado lioso. No andes de intriga en intriga. Tratando de sacar la sopa. Metiendo tiras para obtener listones.

Ante todo, la institucionalidad. Las jerarquías.

Aquí todos somos priistas, jotas y revolucionarias institucionales.

Nos damos la mano y agarramos parejo. No respondo chipote con sangre. La tenga chiquita o la tenga grande.

Ya te vi echándole los perros al asistente de la oficina del gobernador.

Aplácate. Esas pulgas no van a brincar en tu petate. Aun seas el suplente del diputado en tu sector.

El activista más logrado de tu generación. Organizador de la marcha del gay pride en la ciudad.

Sosiégate, dulce loba.

Rebasa tu radio de acción. Esos labios y esa leche no te bañarán.

Mientras tú sueñas con ir a Puerto Vallarta de ligue, él sigue contento con el coordinador de los diputados locales, su pareja, con quien se va el fin de mes, a pasar tres semanas en Japón.

Ya vez, Ibiza quedo bien quemado. Después de tanto reve con las incursiones de la policía en el tráfico de estupefacientes.

Cortando de tajo cualquier relación con Sudamérica. ¿De dónde crees que importaban sus ácidos?

Con toda la complicidad en las aduanas.

La onda es en oriente. Entiéndelo bien y haz tus ahorritos. Con los kimonos y lo exótico de las tradiciones.

Puro efectivo, o mínimo libera el saldo de las tarjetas de crédito para irte con tranquilidad hasta allá.

Tal vez así consigas pareja.

Te puedo presentar dos o tres becarios nuevecitos, recién desempacados de ciencias políticas, dispuestos a escalar con rapidez el escalafón de la política sin prejuicios.

Ay, chiquitín, nalguitas bien paraditas y ese tamaño del paquete.

Cualquiera pierde la cabeza.

Ahora entiendo a Beto, con sus anteojos fashion de fibra de carbón, el magnifico manjar puesto en su cama, señor gobernador, va siendo hora, no lo cree usted, con su investidura, y de hermano a hermano, la revolución me haga justicia.