MALDITOS HIPSTERS
El negocio de las entrevistas
Luis Valdez
Monterrey.- Algunos sueñan con que los entrevisten. Otros tienen en sus peores pesadillas entrevistas que les echaron a perder las cosas, como con Porfirio Díaz.
Las cosas iban bien para el dictador que transformó a México, hasta que un periodista gringo entrevistó a Porfirio Díaz, y al vejete se le ocurre decir que el país ya está listo para la democracia. Pues que se le viene encima la campaña de Madero, y hubo que ganar las elecciones nadamás para demostrar quién era el mero mero. Eso no le gustó a Madero ni a los Flores Magón, que además de anarquistas sabían fabricar bombas. Y luego se metieron Pancho Villa, Emiliano Zapata y se armó el desbarajuste.
Todo por una entrevista.
Las entrevistas son peligrosas, agitadoras y un buen negocio.
En uno de esos trabajos de noticias donde se tiene que estar conectado todo el día en internet, me encontré la entrevista que le hizo la que en aquellos días era la editora de la revista Playboy México, al escritor Roberto Bolaño. Las preguntas eran demasiado libres y las respuestas demasiado cínicas. Lamentablemente sólo aparecía un fragmento en la red, y para leer el resto debía comprar la revista en el Sanborns más cercano. Esa tarde tenía una cita con mi novia y sólo me quedaban 30 pesos en el bolsillo. Lo suficiente para dos cafés de refil, pero no me quedaría ni un maldito centavo para comprarme la mentada revista.
Me quedé de ver con la novia en la sección de revistas y mientras ella llegaba, yo nadamás miraba la portada de la Playboy. En los malditos Sanborns tienen la pésima costumbre de mantener éstas revistas de sano esparcimiento y cultura general, dentro de unas odiosas bolsas de plástico que no dejan verle las pechugas a las nenas de la portada.
Nunca leí completa la entrevista a Bolaño. Ni aún después de su muerte y que la editora sacó un año después su libro titulado “La última entrevista a Roberto Bolaño”.
Diré por segunda ocasión: nunca leí completa la entrevista a Bolaño. Ni aún que después de su muerte y el mentado libro de la entrevista, la misma editora saca en Editorial Almadía un libro con ensayos dedicados a este escritor y al final del libro publica ¡de nuevo la misma entrevista!
Y para finalizar, por tercera ocasión diré: nunca leí completa la entrevista a Bolaño, aunque me acabo de encontrar un libro de Anagrama llamado “Entre paréntesis”, donde hay artículos, reseñas y críticas de este autor, y al final del libro se incluye ¡La última entrevista a Bolaño!
Estoy comenzando a creer que ciertas entrevistas son un buen negocio.
